
Ethereum (ETH) ha sido una figura clave en el sector de las criptomonedas, compitiendo con Bitcoin (BTC) en cuanto a su impacto. Si bien no fue la primera moneda digital peer-to-peer exitosa, Ethereum amplió las posibilidades de los sistemas de consenso descentralizado. El equipo de Ethereum creó un “superordenador global” que permite descentralizar aplicaciones de internet, superando así el mero uso para pagos P2P.
Ethereum, lanzada en 2015, se ha consolidado como el principal protocolo cripto descentralizado y de smart contracts. Los smart contracts, que debutaron en Ethereum, son programas basados en blockchain que ejecutan instrucciones previamente codificadas. Esta tecnología posibilita que terceros desarrollen aplicaciones descentralizadas (dApps) en la blockchain de Ethereum, brindando a los usuarios una experiencia online automatizada, sin necesidad de confianza y peer-to-peer, sin la intervención de entidades centralizadas.
Ethereum 2.0, que arrancó con “la Fusión” en 2022, marca un cambio fundamental en el mecanismo de consenso de la blockchain. El sistema pasa de proof-of-work (PoW) a Proof of Stake (PoS), principalmente para resolver problemas de escalabilidad y reducir los costes de transacción.
En el sistema PoS de Ethereum 2.0, los validadores deben bloquear al menos 32 ETH en la blockchain principal para poder procesar pagos. El sistema selecciona aleatoriamente a validadores para cerrar bloques de transacciones 7 200 veces al día. Los validadores reciben recompensas en ETH por transmitir nuevos datos de pago. Para garantizar la integridad, Ethereum 2.0 aplica un mecanismo de slashing que penaliza a los validadores que actúan de forma indebida, eliminando su criptomoneda bloqueada si envían información falsa o descuidan sus funciones.
La principal diferencia reside en el mecanismo de consenso: Ethereum 2.0 utiliza PoS en lugar de PoW. Este cambio reduce drásticamente el impacto ambiental de Ethereum, ya que el nuevo sistema consume un 99,95 % menos de energía. Además, Ethereum 2.0 presenta un calendario de emisión de monedas más reducido, lo que podría convertir a ETH en un activo digital deflacionario si la tasa de quema supera la emisión diaria.
Ethereum 2.0 se lanzó oficialmente el 15 de septiembre de 2022 con “la Fusión”. No obstante, el desarrollo sigue en curso, con varias fases previstas:
A noviembre de 2025, algunas de estas fases ya se han puesto en marcha, mientras que otras siguen en desarrollo.
El staking delegado permite a los inversores participar en la red de Ethereum 2.0 sin necesidad de cumplir el requisito de 32 ETH para validar. Los usuarios pueden delegar cantidades menores de ETH a través de proveedores externos, unirse a pools de staking y obtener recompensas. Sin embargo, los delegadores deben tener en cuenta los riesgos, incluyendo posibles pérdidas si el validador elegido actúa incorrectamente.
La transición a Ethereum 2.0 no alteró el código fundamental de la criptomoneda ETH ni de los tokens basados en Ethereum. Todas las monedas y tokens nativos del protocolo Ethereum pasaron automáticamente a la nueva capa de consenso tras el 15 de septiembre de 2022. Los usuarios deben desconfiar de las estafas que prometen “monedas Ethereum 2.0” o que exigen actualizaciones de ETH1 a ETH2.
Ethereum 2.0 supone una evolución trascendental en la tecnología blockchain, abordando cuestiones clave como la escalabilidad, la eficiencia energética y los costes de transacción. Desde su implementación, ha demostrado avances en la velocidad de las transacciones y en el impacto ambiental. A medida que Ethereum avanza en sus distintas fases, aspira a potenciar aún más sus capacidades, consolidándose como la plataforma de referencia para aplicaciones descentralizadas y smart contracts en el ecosistema cripto.
No, Ethereum 2.0 no es una nueva moneda. Es una actualización de la red actual de Ethereum que mejora la escalabilidad y la eficiencia. ETH sigue siendo la misma criptomoneda.
No, Ethereum 2.0 es una actualización de Ethereum, no una plataforma diferente. Mejora la funcionalidad y la escalabilidad de Ethereum.
Ethereum 2.0 sustituye proof-of-work por proof-of-stake, reduciendo el consumo energético. Introduce el sharding para mejorar la escalabilidad. La transición pretende aumentar la eficiencia y la velocidad.
ETH 2.0 presenta un gran potencial como inversión. Sus mejoras impulsan las posibilidades de Ethereum, y los precios actuales reflejan una fuerte confianza del mercado. Las perspectivas a largo plazo resultan favorables.










