El autor de “Padre Rico, Padre Pobre”, Robert Kiyosaki, ha pronosticado que Ethereum alcanzará los 60.000 dólares en 2026, lo que ha generado un intenso debate en la comunidad cripto. El objetivo de Kiyosaki implica que el precio de Ethereum crecerá casi 20 veces en un año. En su actualización de previsiones de noviembre de 2025, este inversor del sector financiero afirma con confianza que Bitcoin alcanzará los 250.000 dólares y considera que ambos activos son herramientas clave para cubrirse frente a la inflación y el colapso de las monedas fiduciarias.
La fe cripto del autor de “Padre Rico, Padre Pobre”
Robert Kiyosaki es conocido mundialmente por su libro “Padre Rico, Padre Pobre”, publicado en 1997, que ha vendido más de 40 millones de copias y ha sido traducido a 51 idiomas. Kiyosaki ha sido durante mucho tiempo defensor de activos duros como el oro, la plata y Bitcoin, ya que considera que estos pueden proteger a los inversores frente a la devaluación de las monedas fiduciarias y la inflación. En los últimos años, Kiyosaki ha incluido a Ethereum en sus recomendaciones de cartera, viéndolo como otro activo digital importante tras Bitcoin.
Informes de Yahoo Finance y CryptoPotato también respaldan su lógica, considerando a Ethereum como un activo macro a largo plazo y no como un token especulativo. Este posicionamiento eleva a Ethereum de ser una simple criptomoneda a convertirse en una herramienta de almacenamiento de valor similar al oro o Bitcoin, enfatizando su valor para el largo plazo más allá de las oportunidades de trading a corto plazo. A medida que los fundamentales de Ethereum han mejorado en los últimos días, esta predicción se ha difundido rápidamente en la comunidad cripto.
La predicción de Kiyosaki no es un hecho aislado. En 2020, cuando el precio de Bitcoin era de solo 10.000 dólares, recomendó encarecidamente su compra, siendo ridiculizado por muchos en ese momento. Sin embargo, Bitcoin se disparó hasta los 69.000 dólares en 2021, demostrando su visión de futuro. Este éxito ha aportado credibilidad a sus nuevas proyecciones, aunque los críticos señalan que no todas sus predicciones han sido acertadas.
Tres motores clave detrás del aumento de 20 veces en Ethereum
A fecha de 6 de diciembre de 2025, Ethereum cotiza en torno a los 3.037 dólares. El objetivo de 60.000 dólares que señala Kiyosaki implicaría un crecimiento de casi 20 veces en un año. Este precio objetivo situaría a Ethereum muy por encima de su máximo histórico de 4.891 dólares alcanzado en noviembre de 2021, consolidando su posición como uno de los activos más explosivos del mercado global.
Factores clave para el futuro a largo plazo de Ethereum
Efecto de la actualización Dencun: Reducción drástica de los costes de los rollups, aumento de la actividad en cadena y una afluencia sin precedentes de usuarios y desarrolladores a las redes Layer-2.
Aprobación del ETF de Ethereum: El capital institucional puede asignarse a Ethereum a través de canales regulados, similar al efecto de los ETF de Bitcoin.
Aceleración de la adopción institucional: Ethereum está pasando a ser una herramienta de liquidación financiera internacional, con un fuerte dinamismo en el desarrollo de la capa de middleware Web3.
La actualización Dencun fue una importante mejora de la red Ethereum implementada en marzo de 2024, que introdujo la tecnología “proto-danksharding”, reduciendo notablemente los costes de almacenamiento de datos para soluciones Layer-2. Esta actualización permitió a redes como Arbitrum, Optimism y Base reducir en más del 90% las comisiones por transacción, incrementando en gran medida la competitividad del ecosistema de Ethereum. Los analistas consideran que estos fundamentos explican la lógica detrás de las previsiones de precio.
La aprobación del ETF de Ethereum es otro catalizador importante. En mayo de 2024, la SEC de EE. UU. aprobó varios ETF de Ethereum al contado, permitiendo que entidades financieras tradicionales inviertan en Ethereum de manera regulada. Aunque el flujo de capital hacia los ETF de Ethereum no ha sido tan grande como el de los ETF de Bitcoin, ha inyectado miles de millones de dólares en nueva demanda al mercado. A medida que más inversores institucionales conozcan el valor de Ethereum, se espera que los flujos hacia los ETF se aceleren.
En cuanto a la adopción institucional, Ethereum está evolucionando de ser una simple plataforma de contratos inteligentes a convertirse en una infraestructura financiera. Gigantes de Wall Street como JPMorgan y Goldman Sachs están probando sistemas de pagos transfronterizos y liquidación de valores basados en Ethereum. PayPal ha lanzado la stablecoin PYUSD sobre Ethereum, y Visa y Mastercard están explorando soluciones de pago en la red de Ethereum. La expansión de estos casos de uso proporciona un sólido respaldo al valor a largo plazo de Ethereum.
Polarización entre escepticismo y posturas radicales
La reacción de la comunidad a la predicción de Kiyosaki ha sido profundamente polarizada. Los críticos se burlan de su previsión y recuerdan que en el pasado Kiyosaki también hizo predicciones excesivamente optimistas, como que Bitcoin alcanzaría los 100.000 dólares en 2021. Dadas las incertidumbres macroeconómicas y los precedentes de fracasos en pronósticos anteriores, su predicción ha sido calificada sarcásticamente como una ilusión.
De hecho, Kiyosaki ha hecho predicciones erróneas antes. En 2020 predijo que Bitcoin alcanzaría los 100.000 dólares en 2021, pero el máximo ese año fue de solo 69.000 dólares. También predijo el colapso del dólar en 2023, cuando en realidad el índice del dólar se fortaleció ese año. Estos errores hacen que algunos inversores sean cautelosos ante sus nuevas predicciones.
Sin embargo, sus partidarios creen que la expansión del ecosistema de escalabilidad de Ethereum podría llevar a valoraciones mucho más altas. Muchos usuarios consideran que el objetivo de 60.000 dólares fijado por Kiyosaki es demasiado bajo, citando el crecimiento exponencial de las soluciones Layer-2, la adopción institucional y el papel de Ethereum como herramienta internacional de liquidación financiera. A medida que crece el dinamismo de Ethereum en la capa de middleware de Web3, la meta de más de 60.000 dólares comienza a ganar fuerza entre los alcistas más convencidos.
El legendario trader Arthur Hayes ha pronosticado que Ethereum podría alcanzar los 10.000 dólares en este ciclo alcista, un objetivo mucho más conservador que el de Kiyosaki, pero que aún implicaría triplicar el precio actual. Por su parte, instituciones como VanEck ofrecen previsiones más cautas, estimando que Ethereum podría situarse entre 11.000 y 51.000 dólares en 2030. El objetivo de 60.000 dólares de Kiyosaki se encuentra en el extremo superior de las previsiones optimistas.
Contexto macroeconómico y la tesis del colapso fiduciario
La predicción de Kiyosaki no se basa únicamente en análisis técnico o fundamentales, sino que está arraigada en su visión macroeconómica de largo plazo. Considera que las principales monedas fiduciarias del mundo afrontan una crisis sistémica y que las políticas de relajación cuantitativa ilimitada de los bancos centrales conducirán a una hiperinflación. En este contexto, los activos duros (oro, plata, Bitcoin y Ethereum) serán el único refugio para preservar la riqueza.
Esta “tesis del colapso fiduciario” no cuenta con el respaldo de la economía convencional, pero resuena ampliamente en ciertos círculos de inversión. Los libros de la serie “Padre Rico, Padre Pobre” de Kiyosaki siempre han enfatizado la diferencia entre “activos” y “pasivos”, defendiendo que poseer activos capaces de generar flujo de caja o preservar valor es clave para la libertad financiera. En su marco conceptual, la moneda fiduciaria es un pasivo (pues se devalúa con el tiempo), mientras que el oro y las criptomonedas son activos.
El entorno macroeconómico de 2024-2025 presenta algunos factores que respaldan la tesis de Kiyosaki. El nivel de deuda global está en máximos históricos, la deuda pública estadounidense supera los 35 billones de dólares y muchos países tienen una ratio deuda/PIB superior al 100%. Para sostener el crecimiento económico y evitar defaults, los bancos centrales podrían verse obligados a seguir imprimiendo dinero. Si esta situación persiste, el valor relativo de los activos duros podría incrementarse considerablemente.
No obstante, los críticos señalan que la predicción de Kiyosaki ignora muchas variables clave. El riesgo regulatorio es la mayor incertidumbre: si los principales países imponen regulaciones estrictas o prohibiciones sobre las criptomonedas, el precio de Ethereum podría desplomarse en lugar de subir. Además, los riesgos tecnológicos (como bugs en contratos inteligentes o ataques a la red), la competencia (de otras blockchains Layer1) y una posible recesión macroeconómica podrían impedir que Ethereum alcance el objetivo de 60.000 dólares.
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Robert Kiyosaki, autor de "Padre rico, padre pobre": Bitcoin alcanzará los 250.000 en 2026 y Ethereum llegará a 60.000
El autor de “Padre Rico, Padre Pobre”, Robert Kiyosaki, ha pronosticado que Ethereum alcanzará los 60.000 dólares en 2026, lo que ha generado un intenso debate en la comunidad cripto. El objetivo de Kiyosaki implica que el precio de Ethereum crecerá casi 20 veces en un año. En su actualización de previsiones de noviembre de 2025, este inversor del sector financiero afirma con confianza que Bitcoin alcanzará los 250.000 dólares y considera que ambos activos son herramientas clave para cubrirse frente a la inflación y el colapso de las monedas fiduciarias.
La fe cripto del autor de “Padre Rico, Padre Pobre”
Robert Kiyosaki es conocido mundialmente por su libro “Padre Rico, Padre Pobre”, publicado en 1997, que ha vendido más de 40 millones de copias y ha sido traducido a 51 idiomas. Kiyosaki ha sido durante mucho tiempo defensor de activos duros como el oro, la plata y Bitcoin, ya que considera que estos pueden proteger a los inversores frente a la devaluación de las monedas fiduciarias y la inflación. En los últimos años, Kiyosaki ha incluido a Ethereum en sus recomendaciones de cartera, viéndolo como otro activo digital importante tras Bitcoin.
Informes de Yahoo Finance y CryptoPotato también respaldan su lógica, considerando a Ethereum como un activo macro a largo plazo y no como un token especulativo. Este posicionamiento eleva a Ethereum de ser una simple criptomoneda a convertirse en una herramienta de almacenamiento de valor similar al oro o Bitcoin, enfatizando su valor para el largo plazo más allá de las oportunidades de trading a corto plazo. A medida que los fundamentales de Ethereum han mejorado en los últimos días, esta predicción se ha difundido rápidamente en la comunidad cripto.
La predicción de Kiyosaki no es un hecho aislado. En 2020, cuando el precio de Bitcoin era de solo 10.000 dólares, recomendó encarecidamente su compra, siendo ridiculizado por muchos en ese momento. Sin embargo, Bitcoin se disparó hasta los 69.000 dólares en 2021, demostrando su visión de futuro. Este éxito ha aportado credibilidad a sus nuevas proyecciones, aunque los críticos señalan que no todas sus predicciones han sido acertadas.
Tres motores clave detrás del aumento de 20 veces en Ethereum
A fecha de 6 de diciembre de 2025, Ethereum cotiza en torno a los 3.037 dólares. El objetivo de 60.000 dólares que señala Kiyosaki implicaría un crecimiento de casi 20 veces en un año. Este precio objetivo situaría a Ethereum muy por encima de su máximo histórico de 4.891 dólares alcanzado en noviembre de 2021, consolidando su posición como uno de los activos más explosivos del mercado global.
Factores clave para el futuro a largo plazo de Ethereum
Efecto de la actualización Dencun: Reducción drástica de los costes de los rollups, aumento de la actividad en cadena y una afluencia sin precedentes de usuarios y desarrolladores a las redes Layer-2.
Aprobación del ETF de Ethereum: El capital institucional puede asignarse a Ethereum a través de canales regulados, similar al efecto de los ETF de Bitcoin.
Aceleración de la adopción institucional: Ethereum está pasando a ser una herramienta de liquidación financiera internacional, con un fuerte dinamismo en el desarrollo de la capa de middleware Web3.
La actualización Dencun fue una importante mejora de la red Ethereum implementada en marzo de 2024, que introdujo la tecnología “proto-danksharding”, reduciendo notablemente los costes de almacenamiento de datos para soluciones Layer-2. Esta actualización permitió a redes como Arbitrum, Optimism y Base reducir en más del 90% las comisiones por transacción, incrementando en gran medida la competitividad del ecosistema de Ethereum. Los analistas consideran que estos fundamentos explican la lógica detrás de las previsiones de precio.
La aprobación del ETF de Ethereum es otro catalizador importante. En mayo de 2024, la SEC de EE. UU. aprobó varios ETF de Ethereum al contado, permitiendo que entidades financieras tradicionales inviertan en Ethereum de manera regulada. Aunque el flujo de capital hacia los ETF de Ethereum no ha sido tan grande como el de los ETF de Bitcoin, ha inyectado miles de millones de dólares en nueva demanda al mercado. A medida que más inversores institucionales conozcan el valor de Ethereum, se espera que los flujos hacia los ETF se aceleren.
En cuanto a la adopción institucional, Ethereum está evolucionando de ser una simple plataforma de contratos inteligentes a convertirse en una infraestructura financiera. Gigantes de Wall Street como JPMorgan y Goldman Sachs están probando sistemas de pagos transfronterizos y liquidación de valores basados en Ethereum. PayPal ha lanzado la stablecoin PYUSD sobre Ethereum, y Visa y Mastercard están explorando soluciones de pago en la red de Ethereum. La expansión de estos casos de uso proporciona un sólido respaldo al valor a largo plazo de Ethereum.
Polarización entre escepticismo y posturas radicales
La reacción de la comunidad a la predicción de Kiyosaki ha sido profundamente polarizada. Los críticos se burlan de su previsión y recuerdan que en el pasado Kiyosaki también hizo predicciones excesivamente optimistas, como que Bitcoin alcanzaría los 100.000 dólares en 2021. Dadas las incertidumbres macroeconómicas y los precedentes de fracasos en pronósticos anteriores, su predicción ha sido calificada sarcásticamente como una ilusión.
De hecho, Kiyosaki ha hecho predicciones erróneas antes. En 2020 predijo que Bitcoin alcanzaría los 100.000 dólares en 2021, pero el máximo ese año fue de solo 69.000 dólares. También predijo el colapso del dólar en 2023, cuando en realidad el índice del dólar se fortaleció ese año. Estos errores hacen que algunos inversores sean cautelosos ante sus nuevas predicciones.
Sin embargo, sus partidarios creen que la expansión del ecosistema de escalabilidad de Ethereum podría llevar a valoraciones mucho más altas. Muchos usuarios consideran que el objetivo de 60.000 dólares fijado por Kiyosaki es demasiado bajo, citando el crecimiento exponencial de las soluciones Layer-2, la adopción institucional y el papel de Ethereum como herramienta internacional de liquidación financiera. A medida que crece el dinamismo de Ethereum en la capa de middleware de Web3, la meta de más de 60.000 dólares comienza a ganar fuerza entre los alcistas más convencidos.
El legendario trader Arthur Hayes ha pronosticado que Ethereum podría alcanzar los 10.000 dólares en este ciclo alcista, un objetivo mucho más conservador que el de Kiyosaki, pero que aún implicaría triplicar el precio actual. Por su parte, instituciones como VanEck ofrecen previsiones más cautas, estimando que Ethereum podría situarse entre 11.000 y 51.000 dólares en 2030. El objetivo de 60.000 dólares de Kiyosaki se encuentra en el extremo superior de las previsiones optimistas.
Contexto macroeconómico y la tesis del colapso fiduciario
La predicción de Kiyosaki no se basa únicamente en análisis técnico o fundamentales, sino que está arraigada en su visión macroeconómica de largo plazo. Considera que las principales monedas fiduciarias del mundo afrontan una crisis sistémica y que las políticas de relajación cuantitativa ilimitada de los bancos centrales conducirán a una hiperinflación. En este contexto, los activos duros (oro, plata, Bitcoin y Ethereum) serán el único refugio para preservar la riqueza.
Esta “tesis del colapso fiduciario” no cuenta con el respaldo de la economía convencional, pero resuena ampliamente en ciertos círculos de inversión. Los libros de la serie “Padre Rico, Padre Pobre” de Kiyosaki siempre han enfatizado la diferencia entre “activos” y “pasivos”, defendiendo que poseer activos capaces de generar flujo de caja o preservar valor es clave para la libertad financiera. En su marco conceptual, la moneda fiduciaria es un pasivo (pues se devalúa con el tiempo), mientras que el oro y las criptomonedas son activos.
El entorno macroeconómico de 2024-2025 presenta algunos factores que respaldan la tesis de Kiyosaki. El nivel de deuda global está en máximos históricos, la deuda pública estadounidense supera los 35 billones de dólares y muchos países tienen una ratio deuda/PIB superior al 100%. Para sostener el crecimiento económico y evitar defaults, los bancos centrales podrían verse obligados a seguir imprimiendo dinero. Si esta situación persiste, el valor relativo de los activos duros podría incrementarse considerablemente.
No obstante, los críticos señalan que la predicción de Kiyosaki ignora muchas variables clave. El riesgo regulatorio es la mayor incertidumbre: si los principales países imponen regulaciones estrictas o prohibiciones sobre las criptomonedas, el precio de Ethereum podría desplomarse en lugar de subir. Además, los riesgos tecnológicos (como bugs en contratos inteligentes o ataques a la red), la competencia (de otras blockchains Layer1) y una posible recesión macroeconómica podrían impedir que Ethereum alcance el objetivo de 60.000 dólares.