Autor: NoLimit, inversor temprano en Bitcoin; Traducción: Jinse Finance
Está ocurriendo algo extremadamente aterrador en la economía estadounidense, y casi nadie lo menciona públicamente.
Este gráfico no es de la bolsa, ni de la deuda pública, ni del gasto gubernamental, es del crédito al consumo.
El dinero que la gente corriente pide prestado para sobrevivir.
Ha subido en vertical.
Durante décadas, la deuda de los consumidores creció de forma lenta, casi “natural”.
Entrando en los años 2000… la curva empezó a inclinarse.
Después de 2008… la pendiente se hizo más pronunciada.
Tras 2020… se convirtió directamente en una línea recta hacia arriba.
Ahora estamos sentados sobre más de 5 billones de dólares de deuda de consumo, la cifra más alta de la historia de EE. UU.
El punto más crucial que la mayoría de la gente ignora es:
Los estadounidenses ya no piden dinero prestado para comprar artículos de lujo,
lo hacen para luchar contra la inflación y sobrevivir:
Comprar comida en el supermercado
Alquiler
Facturas médicas
Reparaciones de coche
Intereses de tarjetas de crédito
Reinicio de préstamos estudiantiles
Los salarios no siguen el ritmo de los precios
La gente usa la tarjeta no porque quiera comprar,
sino porque no tiene otra opción.
Mientras tanto, en CNBC repiten a diario el mantra de que “el consumidor es muy fuerte”, como si fuera un evangelio.
Pero si el consumidor es tan fuerte…
¿Por qué la tasa de ahorro de los hogares estadounidenses está cerca de mínimos históricos?
¿Por qué la tasa de morosidad de las tarjetas de crédito está subiendo al ritmo más rápido desde la “Gran Crisis Financiera”?
¿Por qué el “compra ahora, paga después” está creciendo de forma explosiva en los gastos cotidianos?
La verdad es simple:
El consumidor no es fuerte, el consumidor está muy apalancado.
Lo más peligroso es:
Cuando el crédito al consumo se dispara de esta manera parabólica, nunca termina bien.
La gente seguirá pidiendo prestado, hasta que ya no pueda más.
Y entonces veremos:
Colapso de la demanda
Despidos masivos
Recesión
Oleada de impagos
Restricción del crédito
La Reserva Federal lanzando otra vez “rescates de emergencia”
Lo que muestra este gráfico no es crecimiento,
muestra una presión que se acumula constantemente.
La presión no desaparece por sí sola,
solo puede liberarse.
Lo que estamos viendo no es prosperidad en aumento,
es desesperación acumulándose.
La economía estadounidense nunca ha estado impulsada por la innovación,
ni por la productividad,
está impulsada por el consumo: representa el 70% del PIB.
Así que la pregunta es:
Cuando el consumidor haya agotado por completo sus tarjetas,
cuando ya no pueda endeudarse más,
cuando ese motor de consumo que ha sostenido a Estados Unidos durante 30 años de repente se detenga,
¿Qué ocurrirá?
Este gráfico puede ser la señal de advertencia más importante de 2025.
La mayoría no se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde.
Tienes que verlo claro ahora.
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· hace7h
La disputa entre depósitos tokenizados y stablecoins: El futuro de las finanzas no es la sustitución, sino la integración
Autor: Simon Taylor
Traducción: Block unicorn
Los bancos crean dinero, las stablecoins impulsan la circulación del dinero. Necesitamos ambos.
Los defensores de los depósitos tokenizados dicen: “Las stablecoins son banca en la sombra no regulada. En cuanto los bancos tokenicen los depósitos, todos preferirán elegir a los bancos.”
A algunos bancos y bancos centrales les gusta mucho esta afirmación.
Los defensores de las stablecoins dicen: “Los bancos son dinosaurios. En la cadena no los necesitamos para nada. Las stablecoins son el futuro del dinero.”
5 billones de dólares en deuda de los consumidores: lo que nadie menciona pero da miedo en la economía estadounidense
Autor: NoLimit, inversor temprano en Bitcoin; Traducción: Jinse Finance
Este gráfico no es de la bolsa, ni de la deuda pública, ni del gasto gubernamental, es del crédito al consumo.
El dinero que la gente corriente pide prestado para sobrevivir.
Ha subido en vertical.
Durante décadas, la deuda de los consumidores creció de forma lenta, casi “natural”.
Entrando en los años 2000… la curva empezó a inclinarse.
Después de 2008… la pendiente se hizo más pronunciada.
Tras 2020… se convirtió directamente en una línea recta hacia arriba.
Ahora estamos sentados sobre más de 5 billones de dólares de deuda de consumo, la cifra más alta de la historia de EE. UU.
El punto más crucial que la mayoría de la gente ignora es:
Los estadounidenses ya no piden dinero prestado para comprar artículos de lujo,
lo hacen para luchar contra la inflación y sobrevivir:
La gente usa la tarjeta no porque quiera comprar,
sino porque no tiene otra opción.
Mientras tanto, en CNBC repiten a diario el mantra de que “el consumidor es muy fuerte”, como si fuera un evangelio.
Pero si el consumidor es tan fuerte…
¿Por qué la tasa de ahorro de los hogares estadounidenses está cerca de mínimos históricos?
¿Por qué la tasa de morosidad de las tarjetas de crédito está subiendo al ritmo más rápido desde la “Gran Crisis Financiera”?
¿Por qué el “compra ahora, paga después” está creciendo de forma explosiva en los gastos cotidianos?
La verdad es simple:
El consumidor no es fuerte, el consumidor está muy apalancado.
Lo más peligroso es:
Cuando el crédito al consumo se dispara de esta manera parabólica, nunca termina bien.
La gente seguirá pidiendo prestado, hasta que ya no pueda más.
Y entonces veremos:
Lo que muestra este gráfico no es crecimiento,
muestra una presión que se acumula constantemente.
La presión no desaparece por sí sola,
solo puede liberarse.
Lo que estamos viendo no es prosperidad en aumento,
es desesperación acumulándose.
La economía estadounidense nunca ha estado impulsada por la innovación,
ni por la productividad,
está impulsada por el consumo: representa el 70% del PIB.
Así que la pregunta es:
Cuando el consumidor haya agotado por completo sus tarjetas,
cuando ya no pueda endeudarse más,
cuando ese motor de consumo que ha sostenido a Estados Unidos durante 30 años de repente se detenga,
¿Qué ocurrirá?
Este gráfico puede ser la señal de advertencia más importante de 2025.
La mayoría no se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde.
Tienes que verlo claro ahora.