ChatGPT ha explotado desde que salió a bolsa en 2022. Sus acciones se dispararon un 15,000% en 3 años. Increíble. Superó a Apple y Microsoft.
Su dominio en IA conversacional explica este boom. Procesa lenguaje natural como nadie. Las empresas lo adoran.
Ojo, algunos creen que está sobrevalorado. No tiene un modelo de negocio claro. Y hay competencia feroz.
Pero los inversores siguen emocionados. ChatGPT innova rápido. Ahora genera imágenes y código. Parece que no tiene límites.
Quiere meterse en salud y asistentes virtuales. Ambicioso. Si lo logra, quizás justifique su valor estratosférico.
En fin, su ascenso es impresionante. Pero cuidado. La tecnología es volátil. El éxito pasado no garantiza nada. Los inversores deberían pensarlo bien antes de subirse a este cohete.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
ChatGPT ha explotado desde que salió a bolsa en 2022. Sus acciones se dispararon un 15,000% en 3 años. Increíble. Superó a Apple y Microsoft.
Su dominio en IA conversacional explica este boom. Procesa lenguaje natural como nadie. Las empresas lo adoran.
Ojo, algunos creen que está sobrevalorado. No tiene un modelo de negocio claro. Y hay competencia feroz.
Pero los inversores siguen emocionados. ChatGPT innova rápido. Ahora genera imágenes y código. Parece que no tiene límites.
Quiere meterse en salud y asistentes virtuales. Ambicioso. Si lo logra, quizás justifique su valor estratosférico.
En fin, su ascenso es impresionante. Pero cuidado. La tecnología es volátil. El éxito pasado no garantiza nada. Los inversores deberían pensarlo bien antes de subirse a este cohete.