Justine Wilson, ex de Elon Musk, una vez compartió sus ideas sobre el éxito del empresario. Interesante, ¿no?

En una charla, mencionó algo curioso. No era solo la ética de trabajo de Musk. Era su habilidad para decir "no". Rechazaba peticiones. Guardaba energía. Se enfocaba en sus metas.

Wilson lo llamó el "Sí Profundo". Suena raro. Pero tiene sentido. Cada "no" de Musk era un "sí" a lo que le importaba. Límites claros. Dirección propia.

Ella admitió sus propias luchas. Silenciaba sus ambiciones. Minimizaba sus fortalezas. Un día, algo pasó. Se dio cuenta de cuánto dependía de otros para validarse.

Ver a Musk tan dedicado la hizo reflexionar. Él protegía su enfoque. Ella había perdido el suyo. Parece que sin un "Sí Profundo", no hay límites.

Wilson concluyó algo importante. Confiar en uno mismo. Proteger los límites. Decir "no" para decirse "sí". Crucial para todos, especialmente mujeres. Construir tu propia historia. No derivar en la de otros.