NEO, ese supuesto “Ethereum chino”, lleva años prometiendo revolucionar el panorama blockchain, pero mírenlo ahora: cotizando a apenas 5.16 dólares, un 44% menos que hace un año. ¿Dónde quedaron aquellos días gloriosos cuando alcanzó los 198 dólares?
Claro, tiene sus “virtudes”: un mecanismo dBFT que supuestamente procesa miles de transacciones por segundo y compatibilidad con lenguajes de programación comunes. Pero seamos sinceros, ¿realmente ha cumplido sus promesas?
Su sistema dual de monedas (NEO para gobernanza y GAS para transacciones) parece más una complicación innecesaria que una ventaja. Y aunque presume de facilitar la creación de activos digitales e identidades electrónicas conformes con regulaciones, otras plataformas están haciendo lo mismo con mayor adopción.
El reciente desplome de precio el 10 de octubre, cuando cayó de 6.08 a 4.37 dólares en un solo día, demuestra su volatilidad extrema. Si bien se ha recuperado ligeramente, la tendencia general sigue siendo bajista.
Me pregunto si el proyecto realmente tiene futuro más allá del apoyo gubernamental en Asia. Con una capitalización de mercado de apenas 364 millones de dólares (puesto 196 en el ranking), parece más un proyecto nostálgico que un verdadero competidor en el espacio blockchain.
He visto demasiados proyectos prometer ser “el próximo gran avance” para luego desvanecerse en la irrelevancia. ¿Será NEO uno más de ellos?
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El enigma de NEO: ¿Realmente vale la pena en 2025?
NEO, ese supuesto “Ethereum chino”, lleva años prometiendo revolucionar el panorama blockchain, pero mírenlo ahora: cotizando a apenas 5.16 dólares, un 44% menos que hace un año. ¿Dónde quedaron aquellos días gloriosos cuando alcanzó los 198 dólares?
Claro, tiene sus “virtudes”: un mecanismo dBFT que supuestamente procesa miles de transacciones por segundo y compatibilidad con lenguajes de programación comunes. Pero seamos sinceros, ¿realmente ha cumplido sus promesas?
Su sistema dual de monedas (NEO para gobernanza y GAS para transacciones) parece más una complicación innecesaria que una ventaja. Y aunque presume de facilitar la creación de activos digitales e identidades electrónicas conformes con regulaciones, otras plataformas están haciendo lo mismo con mayor adopción.
El reciente desplome de precio el 10 de octubre, cuando cayó de 6.08 a 4.37 dólares en un solo día, demuestra su volatilidad extrema. Si bien se ha recuperado ligeramente, la tendencia general sigue siendo bajista.
Me pregunto si el proyecto realmente tiene futuro más allá del apoyo gubernamental en Asia. Con una capitalización de mercado de apenas 364 millones de dólares (puesto 196 en el ranking), parece más un proyecto nostálgico que un verdadero competidor en el espacio blockchain.
He visto demasiados proyectos prometer ser “el próximo gran avance” para luego desvanecerse en la irrelevancia. ¿Será NEO uno más de ellos?