Como uno de los primeros constructores de la comunidad que promovieron la red Pi, esperaré a que la versión oficial de Pi logre una verdadera descentralización. En ese momento, apostaré a fondo y compraré en la parte baja, y seré un inversor a largo plazo y un constructor continuo del ecosistema. Esto no tiene nada que ver con la mentalidad de especulación de criptomonedas. Los usuarios conscientes en el círculo de Pi saben que los charlatanes que cobran 2.3 millones por un "pedazo" y que son simples estafadores, incitan a sus espectadores en vivo, llamando a sus "familiares" = los inversores ingenuos, a ser como cebollas colgadas en la pared. El verdadero valor de Pi radica en que, una vez que sea completamente de código abierto y se pueda construir un ecosistema en la cadena, su valor aumentará. Hermanos, despierten, tanto las palabras motivadoras como las historias dramáticas son dañinas.