Detrás de los titulares hay algo más grande: una apuesta de un billón de dólares sobre si los robots humanoides se convertirán en una realidad en el lugar de trabajo. Los actores principales están invirtiendo capital sin precedentes en la creación de máquinas inteligentes que caminan, trabajan y piensan junto a los humanos. Esto ya no es ciencia ficción: es la próxima frontera donde la IA se encuentra con la robótica física, y las apuestas no podrían ser más altas.
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Detrás de los titulares hay algo más grande: una apuesta de un billón de dólares sobre si los robots humanoides se convertirán en una realidad en el lugar de trabajo. Los actores principales están invirtiendo capital sin precedentes en la creación de máquinas inteligentes que caminan, trabajan y piensan junto a los humanos. Esto ya no es ciencia ficción: es la próxima frontera donde la IA se encuentra con la robótica física, y las apuestas no podrían ser más altas.