Bloomberg: La mediana de los precios de las acciones de las empresas DAT que cotizan en EE. UU. y Canadá ha caído un 43% este año.

Según informa CoinWorld el 8 de diciembre, citando a Bloomberg, desde principios de año, el precio medio de las acciones de las empresas de Digital Asset Treasury (DAT) que cotizan en Estados Unidos y Canadá ha caído un 43%. En comparación, el bitcoin solo ha bajado aproximadamente un 6% desde principios de año. Las acciones de SharpLink, una compañía de tesorería de Ethereum, han caído un 86% desde su máximo, y su capitalización bursátil es incluso inferior al valor de los tokens digitales que posee. Actualmente, el precio de sus acciones equivale aproximadamente a 0,9 veces el valor de sus posiciones en Ethereum. Anteriormente, SharpLink anunció que abandonaba su negocio original de juegos para emitir acciones y adquirir grandes cantidades de Ethereum, lo que hizo que el precio de sus acciones se disparara más de un 2600% en pocos días. Sin embargo, comparado con Greenlane, aún tiene suerte: aunque Greenlane posee unos 48 millones de dólares en tokens BERA, sus acciones han caído más de un 99% este año. Además, las acciones de Alt5 Sigma, una tesorería apoyada anteriormente por los dos hijos de Trump, han caído aproximadamente un 86% desde su máximo de junio. Algunas afortunadas empresas DAT aún mantienen una capitalización superior al valor de sus posiciones subyacentes, pero la mayoría de los inversores que compraron cerca de los máximos ya están en pérdidas, y se teme que el 70% de las empresas vea sus acciones por debajo del nivel de principios de año antes de que acabe el ejercicio. Las empresas cotizadas que han evitado el bitcoin y han optado por invertir en tokens más pequeños y volátiles han sido las que peor se han comportado. La volatilidad de estos valores se explica, al menos en parte, por la fuerte deuda adquirida por las empresas para comprar criptomonedas. Mientras tanto, para las pequeñas empresas DAT menos conocidas, la caída de los precios de las criptomonedas y el menor entusiasmo de los inversores hacen que sea aún más difícil conseguir financiación.