La última encuesta publicada por la Reserva Federal de Nueva York revela una señal contradictoria interesante: las familias estadounidenses están más preocupadas por su bolsillo, pero su confianza en el empleo está repuntando.

Empecemos por el lado pesimista. En noviembre, los encuestados valoraron su situación financiera actual como “claramente deteriorada”, y sus expectativas para dentro de un año también “empeoraron ligeramente”. Esta sensación de ansiedad es muy real: aunque las expectativas de inflación general siguen siendo moderadas (3,2% a un año, y tanto a tres como a cinco años se mantienen en el 3%), la previsión sobre el coste sanitario se disparó hasta el 10,1%, el nivel más alto desde enero de 2014. ¿Y los precios de la vivienda? Se espera que sigan subiendo un 3%, y los precios de otras materias primas apenas varían.

Ahora, el lado optimista. Las expectativas sobre el mercado laboral están mejorando: la preocupación por el aumento del desempleo ha disminuido y la probabilidad de perder el trabajo en el próximo año ha bajado al mínimo desde diciembre de 2024. Lo más curioso es que también ha caído la probabilidad de dimisiones voluntarias, lo que indica que la gente no es tan optimista respecto a cambiar de empleo, pero al menos no teme perder el actual.

¿Y las expectativas de ingresos? La perspectiva de crecimiento salarial se mantiene positiva.

¿Qué significa todo esto para los mercados? La estabilidad en las expectativas de inflación puede dar un respiro a la Reserva Federal, pero el aumento de la presión financiera sobre los hogares sigue siendo un riesgo. Para el mercado cripto, esta división en el sentimiento macroeconómico merece un seguimiento constante.