El referente cambiante

Los críticos no paran de gritar: "¡No es más que búsqueda de patrones!"
"Estadística pura, cero pensamiento real."

Clavan su bandera, seguros y ruidosos:
"¡ESTE es el techo! ¡No se puede superar este muro!"

"¿Lógica? Olvídalo", se ríen con certeza,
y luego lo ven resolver problemas como si nada.

"Vale, bien, pero la creatividad—", cambian rápido,
moviendo la línea de meta más lejos.

Cada avance recibe la misma respuesta:
negación, luego desprecio, luego "bueno, era obvio".

La meta se desliza por el campo,
siempre un paso más allá de lo ya conseguido.

Quizá la pregunta no sea qué no puede hacer la IA,
sino por qué seguimos fingiendo que lo imposible de ayer es lo trivial de hoy.