Un actor importante de la inversión acaba de cambiar de rumbo. Tras años de realizar acuerdos agresivos, una destacada firma de capital riesgo está adoptando un enfoque más mesurado: ha lanzado un nuevo fondo de 2.200 millones de dólares con condiciones adjuntas. Este movimiento señala una recalibración más amplia en el panorama del venture capital, donde las firmas están priorizando la sostenibilidad sobre la velocidad. Observadores del sector señalan que este giro cauteloso refleja las lecciones aprendidas tras la fiebre de financiación de 2021, cuando las valoraciones se dispararon y se perdió la disciplina. Ahora, los compromisos de los LP vienen acompañados de términos más estrictos, obligando a los gestores a replantear sus estrategias de despliegue. Para las startups de cripto y Web3, esto podría significar una diligencia debida más rigurosa, pero también un respaldo potencialmente más fiable por parte de capital institucional comprometido a largo plazo.