Argentina está dando un giro de 180 grados en su política sobre criptomonedas. Su banco central está trabajando en nuevas regulaciones que podrían permitir a los bancos tradicionales ofrecer servicios de compraventa de criptomonedas a clientes minoristas. ¿Fecha objetivo? Abril de 2026.

Lo interesante es el contexto. En mayo de 2022, el banco central cerró tajantemente la puerta a que los bancos ofrecieran cualquier producto relacionado con criptomonedas. Ahora están redactando normas para revertir esa decisión por completo. Son casi cuatro años de prohibición que quedarían anulados.

Este movimiento indica que Argentina podría estar abriéndose a los activos digitales a nivel institucional. Para los bancos que han estado al margen, esto podría abrir la puerta a captar la demanda minorista que hasta ahora ha recurrido a plataformas extranjeras o canales P2P. Queda por ver si esto atraerá nuevo capital o simplemente formalizará lo que ya ocurre de forma encubierta.

Lo que está claro es que 2026 podría marcar un punto de inflexión en la forma en que los argentinos acceden a las criptomonedas a través de sus aplicaciones bancarias cotidianas.