La FCA del Reino Unido toma medidas para reorganizar el entorno de inversión

La Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA) ha publicado una nueva serie de documentos de discusión y consulta, con el argumento de mejorar la cultura de inversión, pero en realidad está reorganizando a fondo el sistema de inversión en criptoactivos del Reino Unido.

La FCA es uno de los organismos reguladores financieros más importantes del Reino Unido, supervisando directamente los mercados financieros, los productos de inversión y el comportamiento de las entidades autorizadas. Dentro del sistema financiero británico, forma parte del marco de supervisión de mayor nivel, y todas las empresas relacionadas con servicios financieros están bajo su escrutinio.

Los reguladores han detectado que muchas personas sufren grandes pérdidas en apps de inversión de uso frecuente, y estas pérdidas están casi siempre relacionadas con criptoactivos o productos de alto riesgo como los CFD.

Lo más preocupante es que muchos invierten a través de los llamados productos derivados de criptoactivos, sin ningún tipo de límite de importe, advertencia de riesgos ni test de idoneidad, como si invertir fuera un parque de atracciones sin ningún tipo de control.

La nueva directriz de la FCA es muy clara: si tu historial de inversión se concentra principalmente en activos de alto riesgo, esto no se considera prueba de experiencia profesional. No basta con operar mucho en el mundo cripto para ser automáticamente clasificado como inversor profesional.

Para ser verdaderamente profesional, hay que aportar pruebas sólidas que demuestren la capacidad de asumir riesgos y de soportar pérdidas, no basta con la autopercepción.

La regulación aspira a que las futuras normas sean más sencillas, pero también que las responsabilidades estén más claras, de modo que las entidades asuman realmente la obligación de evaluar a sus clientes, y no se limiten a cumplir procesos formales que solo existen sobre el papel.

Las empresas relacionadas con cripto deberán presentar sus comentarios en febrero y marzo del año que viene, lo que significa que el Reino Unido ya está integrando el sector cripto en el ritmo de la regulación convencional, y dejando de verlo como un área marginal.

En mi opinión, esta vez el Reino Unido no pretende sofocar la industria cripto, sino más bien poner orden de manera madura.

Durante los últimos años, el país ha impulsado la modernización de la regulación cripto: desde integrar los activos digitales en el marco legal hasta restringir las donaciones políticas y, ahora, ajustar la segmentación de los inversores. Todo ello busca sacar al sector de la especulación desenfrenada y devolverlo al lugar que le corresponde como industria seria.

A largo plazo, esto es positivo para el sector. Las prácticas grises basadas en marketing agresivo, emociones o captación de clientes mediante agentes serán cada vez menos viables, y los proyectos que realmente busquen aportar valor a largo plazo serán más fácilmente reconocidos y ganarán confianza.

Para los usuarios comunes, esto supone una actualización forzosa: a partir de ahora, quien te venda productos cripto tendrá que preocuparse realmente por tu capacidad de asumir riesgos, y no solo en colocarte cualquier producto.

La medida del Reino Unido no viene acompañada de grandes declaraciones ni posturas grandilocuentes, pero la dirección es clara: no es anti-cripto, pero sí anti-cripto sin reglas.

Es probable que el mercado se vuelva algo más lento y estable, pero también más real y transparente.

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