En 2025, el valor principal de Solana ha pasado de ser una “blockchain pública de alto rendimiento” a convertirse en una economía emergente en cadena impulsada por la densidad de usuarios, la frecuencia de transacciones y la cultura. Su lógica de crecimiento ya no depende de narrativas desarrolladas por programadores o de la expansión de la infraestructura, sino de bucles de actividad real que se asemejan a una economía nativa de internet.
A través de su red de baja latencia y un entorno de liquidación unificado, Solana ha creado un característico “flywheel de velocidad–participación–cultura”, permitiendo que millones de usuarios minoristas, creadores y especuladores construyan colectivamente el ecosistema económico más activo en cadena. Los ingresos anuales en cadena han alcanzado los 2.850 millones de dólares, caracterizados por una estructura fuertemente impulsada por el retail.
A medida que Solana se convierte en el principal punto de entrada para la transmisión de riesgos en cadena y un amplificador de liquidez, su actividad económica no solo define su propia posición, sino que también comienza a remodelar la arquitectura más amplia de los activos digitales—elevando Solana de una cadena pública a la “capa de actividad” en cadena, y convirtiéndola en el motor de crecimiento más fuerte de todo el mercado cripto.
En 2025, Solana ya no es simplemente una blockchain pública, sino una economía emergente en cadena impulsada por usuarios, liquidez y cultura, cuyos ciclos de actividad de alta velocidad están remodelando los límites estructurales del mercado cripto.
A medida que el mercado cripto entra en una fase madura en 2025, la narrativa de Solana ha evolucionado de “blockchain de alto rendimiento” a “economía en cadena”.
En el panorama industrial de 2025, la posición de Solana ha roto por primera vez con la narrativa tradicional de competir en rendimiento técnico y, en cambio, se presenta ante el capital global y los usuarios en cadena como algo más cercano a una “economía emergente”. La clave de este cambio radica en el hecho de que Solana ya no depende de narrativas impulsadas por desarrolladores o de la ampliación de la infraestructura como motores principales de crecimiento. En su lugar, se ha convertido en la blockchain más cercana a una economía nativa de internet gracias a la actividad de usuarios de ultra alta frecuencia, el aumento continuo de la densidad de transacciones, un flywheel narrativo impulsado por la cultura meme y una capacidad de carga de liquidez muy superior a la de otras cadenas.
Según el informe Q1 2025 de Messari, el PIB en cadena de Solana creció de 970,5 millones de dólares a 1.200 millones en solo tres meses; los ingresos de la capa de aplicaciones en enero alcanzaron los 698,6 millones. La actividad de usuarios en cadena creció a una tasa anualizada superior al 300%, y este crecimiento no dependió de una única aplicación ni del sentimiento del mercado. Más bien, provino de un ciclo económico en cadena completo: los usuarios impulsan la liquidez, la liquidez impulsa la actividad económica, la actividad impulsa la narrativa y la narrativa trae nuevos usuarios, dotando a Solana de una estructura de crecimiento altamente autorreforzada.
Por todo ello, el valor de Solana ya no puede describirse usando el lenguaje tradicional de la “competencia TPS de cadenas públicas”. Se asemeja a un país nativo de blockchain—uno con su propia cultura, liquidez, estructura industrial y comportamiento de consumo. Su definición central ya no es la de una red técnica, sino una “Capa de Actividad”, una economía digital compuesta por usuarios, transacciones, narrativas y actividad económica, centrada en la velocidad y la accesibilidad.
Lo que hace único a Solana no es su tecnología, sino su nuevo efecto de red: la velocidad crea participación, la participación crea cultura, la cultura atrae capital.
Al intentar explicar el fuerte resurgimiento de Solana durante 2024–2025, la razón más crítica no es el TPS ni las bajas comisiones. En cambio, Solana adopta un patrón de engagement más cercano al de las aplicaciones de internet, reduciendo las barreras de entrada para que cada clic, operación, transferencia, minteo o compra genere una respuesta instantánea en milisegundos. Esto convierte el “comportamiento en cadena en sí mismo” en una experiencia interactiva online. Esta experiencia no es fácilmente replicable por las L2 de Ethereum u otras cadenas de alta velocidad porque la baja latencia y el alto rendimiento de Solana no son optimizaciones locales—son el resultado de una uniformidad arquitectónica a nivel de red.
Como resultado, los memecoins pueden expandir la participación de usuarios a una velocidad extrema, las aplicaciones NFT pueden soportar una interacción masiva a coste casi cero, y el trading en DEX puede operar con una capacidad de respuesta al nivel de Web2, llevando la actividad financiera en cadena a un estado de alta frecuencia sin precedentes.
Según estadísticas públicas de 21Shares que cubren de octubre de 2024 a septiembre de 2025, los ingresos anuales en cadena de Solana alcanzaron los 2.850 millones de dólares, con casi 1.120 millones provenientes de plataformas de trading en cadena, lo que supone alrededor del 39% del total. Es importante destacar que este crecimiento de ingresos no está impulsado por blue chips tradicionales de DeFi ni por actividades de capital lideradas por instituciones, sino por millones de participantes en cadena en memecoins, aplicaciones de trading, protocolos de IA y la economía de creadores. Esto dota a Solana de un ecosistema caracterizado por una fuerte participación minorista, impulso cultural y una actividad económica similar a un estilo de vida.
Esta estructura económica de alta velocidad impulsada por la densidad de usuarios convierte a Solana en el primer “PIB en cadena” verdaderamente significativo en la historia cripto—su actividad económica es continua, medible y ya no son eventos especulativos aislados, sino comportamientos económicos reales y recurrentes.
La “Capa de Actividad” de Solana se está convirtiendo en la puerta de transmisión de riesgos y el motor de liquidez del sistema financiero digital.
En la curva de riesgo cripto madura de 2025, Bitcoin se sitúa en la capa de reserva, Ethereum en la capa de rentabilidad y Solana ocupa de forma natural la capa de actividad. La densidad de actividad económica de Solana supera con creces la de otras cadenas, su liquidez aumenta mucho más rápido que en DeFi tradicional y su mecanismo de propagación narrativa se asemeja más a la cultura de internet que a la lógica institucional. Aún más importante, Solana se ha convertido en la infraestructura que refleja con mayor fuerza el sentimiento real de los usuarios en todo el mercado cripto.
Ya sea explosión de memecoins, crecimiento de aplicaciones NFT utilitarias, experimentos de gaming en cadena, iteraciones de protocolos sociales o migración de liquidez entre cadenas—casi todas las “innovaciones impulsadas por usuarios” suceden primero en Solana.
Esta posición permite que Solana funcione como un “amplificador beta + generador de liquidez” en el sistema de activos digitales. Sus movimientos de precio y fluctuaciones de actividad se transmiten rápidamente a otros ecosistemas, convirtiendo a Solana en un indicador clave del sentimiento de mercado. A medida que más protocolos de derivados, mercados monetarios en cadena y productos estructurados incorporan las métricas de actividad de Solana en sus modelos de precios, la “Capa de Actividad” empieza a asumir, por primera vez, un significado estructural financiero convirtiéndose en una capa de riesgo cuantificable y valorable.
En otras palabras:
Si BTC es la reserva, y ETH es la capa institucional/de liquidación, entonces Solana es la ciudad central de la actividad económica en cadena.
Sus usuarios, liquidez, cultura y narrativas forman juntos un nuevo tipo de comunidad económica en cadena.
¿Por qué es tan difícil replicar el crecimiento de Solana? La respuesta no es el TPS—es el insustituible “flywheel de cultura–liquidez–efecto de red”.
Muchas blockchains han intentado replicar el crecimiento de Solana mediante mejoras técnicas o programas de incentivos. Sin embargo, 2025 demuestra que la ventaja de Solana nunca ha sido las métricas de rendimiento puro—es social y estructural. Solana ha formado una economía en cadena con una fuerte identidad cultural y costes de cambio extremadamente bajos. Su impulso de crecimiento proviene de las interacciones usuario a usuario, no solo de la entrada de capital.
La concentración de la cultura meme, el auge de la economía de creadores, la actividad de trading en DEX y las interacciones de alta frecuencia en aplicaciones sociales y de gaming crean colectivamente un fenómeno de efecto de red compuesto. Cuantos más usuarios, más densa la actividad, más unificada la cultura—y mayor la capacidad de Solana para atraer nuevos usuarios.
Por todo ello, el camino de crecimiento de Solana se asemeja más al de una nación emergente que al de una blockchain: densidad de población (usuarios), actividad comercial (transacciones), cohesión cultural (narrativas meméticas) y velocidad de entrada de capital (liquidez) juntos forman un foso económico que los competidores encuentran extremadamente difícil de penetrar.
Conclusión: En 2025, Solana se convierte oficialmente en una “economía emergente” del mundo en cadena.
Mirando atrás en 2025, nos daremos cuenta de que la importancia de Solana va mucho más allá de la competencia entre cadenas públicas. Ha demostrado, por primera vez, que:
Las blockchains pueden albergar economías, no solo activos.
Pueden transportar cultura, usuarios e industrias, no solo contratos inteligentes.
Pueden escalar narrativas y consumo, no solo TPS.
En la nueva estructura de las finanzas digitales:
BTC es la reserva
ETH es el marco institucional
Solana es la actividad económica en sí misma
Representa la totalidad del consumo, la cultura, el trading y la liquidez en cadena—la capa de la economía cripto que más se asemeja al internet real.
Por lo tanto, Solana ya no es una cadena pública, sino el Shenzhen, Seúl o Singapur del mundo en cadena—una nueva economía digital emergente capaz de crecer de forma independiente, generar demanda de manera continua, producir narrativas y atraer capital y población.
Leer más:
2025: La primera verdadera curva de riesgo en cripto
〈Solana no es una cadena pública, sino una economía emergente: El auge de la “Capa de Actividad” en cadena en 2025〉este artículo fue publicado originalmente en 《CoinRank》.
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Solana no es una cadena pública, sino una economía emergente: el auge de la “capa de actividad” en cadena...
En 2025, el valor principal de Solana ha pasado de ser una “blockchain pública de alto rendimiento” a convertirse en una economía emergente en cadena impulsada por la densidad de usuarios, la frecuencia de transacciones y la cultura. Su lógica de crecimiento ya no depende de narrativas desarrolladas por programadores o de la expansión de la infraestructura, sino de bucles de actividad real que se asemejan a una economía nativa de internet.
A través de su red de baja latencia y un entorno de liquidación unificado, Solana ha creado un característico “flywheel de velocidad–participación–cultura”, permitiendo que millones de usuarios minoristas, creadores y especuladores construyan colectivamente el ecosistema económico más activo en cadena. Los ingresos anuales en cadena han alcanzado los 2.850 millones de dólares, caracterizados por una estructura fuertemente impulsada por el retail.
A medida que Solana se convierte en el principal punto de entrada para la transmisión de riesgos en cadena y un amplificador de liquidez, su actividad económica no solo define su propia posición, sino que también comienza a remodelar la arquitectura más amplia de los activos digitales—elevando Solana de una cadena pública a la “capa de actividad” en cadena, y convirtiéndola en el motor de crecimiento más fuerte de todo el mercado cripto.
En 2025, Solana ya no es simplemente una blockchain pública, sino una economía emergente en cadena impulsada por usuarios, liquidez y cultura, cuyos ciclos de actividad de alta velocidad están remodelando los límites estructurales del mercado cripto.
A medida que el mercado cripto entra en una fase madura en 2025, la narrativa de Solana ha evolucionado de “blockchain de alto rendimiento” a “economía en cadena”.
En el panorama industrial de 2025, la posición de Solana ha roto por primera vez con la narrativa tradicional de competir en rendimiento técnico y, en cambio, se presenta ante el capital global y los usuarios en cadena como algo más cercano a una “economía emergente”. La clave de este cambio radica en el hecho de que Solana ya no depende de narrativas impulsadas por desarrolladores o de la ampliación de la infraestructura como motores principales de crecimiento. En su lugar, se ha convertido en la blockchain más cercana a una economía nativa de internet gracias a la actividad de usuarios de ultra alta frecuencia, el aumento continuo de la densidad de transacciones, un flywheel narrativo impulsado por la cultura meme y una capacidad de carga de liquidez muy superior a la de otras cadenas.
Según el informe Q1 2025 de Messari, el PIB en cadena de Solana creció de 970,5 millones de dólares a 1.200 millones en solo tres meses; los ingresos de la capa de aplicaciones en enero alcanzaron los 698,6 millones. La actividad de usuarios en cadena creció a una tasa anualizada superior al 300%, y este crecimiento no dependió de una única aplicación ni del sentimiento del mercado. Más bien, provino de un ciclo económico en cadena completo: los usuarios impulsan la liquidez, la liquidez impulsa la actividad económica, la actividad impulsa la narrativa y la narrativa trae nuevos usuarios, dotando a Solana de una estructura de crecimiento altamente autorreforzada.
Por todo ello, el valor de Solana ya no puede describirse usando el lenguaje tradicional de la “competencia TPS de cadenas públicas”. Se asemeja a un país nativo de blockchain—uno con su propia cultura, liquidez, estructura industrial y comportamiento de consumo. Su definición central ya no es la de una red técnica, sino una “Capa de Actividad”, una economía digital compuesta por usuarios, transacciones, narrativas y actividad económica, centrada en la velocidad y la accesibilidad.
Lo que hace único a Solana no es su tecnología, sino su nuevo efecto de red: la velocidad crea participación, la participación crea cultura, la cultura atrae capital.
Al intentar explicar el fuerte resurgimiento de Solana durante 2024–2025, la razón más crítica no es el TPS ni las bajas comisiones. En cambio, Solana adopta un patrón de engagement más cercano al de las aplicaciones de internet, reduciendo las barreras de entrada para que cada clic, operación, transferencia, minteo o compra genere una respuesta instantánea en milisegundos. Esto convierte el “comportamiento en cadena en sí mismo” en una experiencia interactiva online. Esta experiencia no es fácilmente replicable por las L2 de Ethereum u otras cadenas de alta velocidad porque la baja latencia y el alto rendimiento de Solana no son optimizaciones locales—son el resultado de una uniformidad arquitectónica a nivel de red.
Como resultado, los memecoins pueden expandir la participación de usuarios a una velocidad extrema, las aplicaciones NFT pueden soportar una interacción masiva a coste casi cero, y el trading en DEX puede operar con una capacidad de respuesta al nivel de Web2, llevando la actividad financiera en cadena a un estado de alta frecuencia sin precedentes.
Según estadísticas públicas de 21Shares que cubren de octubre de 2024 a septiembre de 2025, los ingresos anuales en cadena de Solana alcanzaron los 2.850 millones de dólares, con casi 1.120 millones provenientes de plataformas de trading en cadena, lo que supone alrededor del 39% del total. Es importante destacar que este crecimiento de ingresos no está impulsado por blue chips tradicionales de DeFi ni por actividades de capital lideradas por instituciones, sino por millones de participantes en cadena en memecoins, aplicaciones de trading, protocolos de IA y la economía de creadores. Esto dota a Solana de un ecosistema caracterizado por una fuerte participación minorista, impulso cultural y una actividad económica similar a un estilo de vida.
Esta estructura económica de alta velocidad impulsada por la densidad de usuarios convierte a Solana en el primer “PIB en cadena” verdaderamente significativo en la historia cripto—su actividad económica es continua, medible y ya no son eventos especulativos aislados, sino comportamientos económicos reales y recurrentes.
La “Capa de Actividad” de Solana se está convirtiendo en la puerta de transmisión de riesgos y el motor de liquidez del sistema financiero digital.
En la curva de riesgo cripto madura de 2025, Bitcoin se sitúa en la capa de reserva, Ethereum en la capa de rentabilidad y Solana ocupa de forma natural la capa de actividad. La densidad de actividad económica de Solana supera con creces la de otras cadenas, su liquidez aumenta mucho más rápido que en DeFi tradicional y su mecanismo de propagación narrativa se asemeja más a la cultura de internet que a la lógica institucional. Aún más importante, Solana se ha convertido en la infraestructura que refleja con mayor fuerza el sentimiento real de los usuarios en todo el mercado cripto.
Ya sea explosión de memecoins, crecimiento de aplicaciones NFT utilitarias, experimentos de gaming en cadena, iteraciones de protocolos sociales o migración de liquidez entre cadenas—casi todas las “innovaciones impulsadas por usuarios” suceden primero en Solana.
Esta posición permite que Solana funcione como un “amplificador beta + generador de liquidez” en el sistema de activos digitales. Sus movimientos de precio y fluctuaciones de actividad se transmiten rápidamente a otros ecosistemas, convirtiendo a Solana en un indicador clave del sentimiento de mercado. A medida que más protocolos de derivados, mercados monetarios en cadena y productos estructurados incorporan las métricas de actividad de Solana en sus modelos de precios, la “Capa de Actividad” empieza a asumir, por primera vez, un significado estructural financiero convirtiéndose en una capa de riesgo cuantificable y valorable.
En otras palabras:
Si BTC es la reserva, y ETH es la capa institucional/de liquidación, entonces Solana es la ciudad central de la actividad económica en cadena.
Sus usuarios, liquidez, cultura y narrativas forman juntos un nuevo tipo de comunidad económica en cadena.
¿Por qué es tan difícil replicar el crecimiento de Solana? La respuesta no es el TPS—es el insustituible “flywheel de cultura–liquidez–efecto de red”.
Muchas blockchains han intentado replicar el crecimiento de Solana mediante mejoras técnicas o programas de incentivos. Sin embargo, 2025 demuestra que la ventaja de Solana nunca ha sido las métricas de rendimiento puro—es social y estructural. Solana ha formado una economía en cadena con una fuerte identidad cultural y costes de cambio extremadamente bajos. Su impulso de crecimiento proviene de las interacciones usuario a usuario, no solo de la entrada de capital.
La concentración de la cultura meme, el auge de la economía de creadores, la actividad de trading en DEX y las interacciones de alta frecuencia en aplicaciones sociales y de gaming crean colectivamente un fenómeno de efecto de red compuesto. Cuantos más usuarios, más densa la actividad, más unificada la cultura—y mayor la capacidad de Solana para atraer nuevos usuarios.
Por todo ello, el camino de crecimiento de Solana se asemeja más al de una nación emergente que al de una blockchain: densidad de población (usuarios), actividad comercial (transacciones), cohesión cultural (narrativas meméticas) y velocidad de entrada de capital (liquidez) juntos forman un foso económico que los competidores encuentran extremadamente difícil de penetrar.
Conclusión: En 2025, Solana se convierte oficialmente en una “economía emergente” del mundo en cadena.
Mirando atrás en 2025, nos daremos cuenta de que la importancia de Solana va mucho más allá de la competencia entre cadenas públicas. Ha demostrado, por primera vez, que:
Las blockchains pueden albergar economías, no solo activos.
Pueden transportar cultura, usuarios e industrias, no solo contratos inteligentes.
Pueden escalar narrativas y consumo, no solo TPS.
En la nueva estructura de las finanzas digitales:
BTC es la reserva
ETH es el marco institucional
Solana es la actividad económica en sí misma
Representa la totalidad del consumo, la cultura, el trading y la liquidez en cadena—la capa de la economía cripto que más se asemeja al internet real.
Por lo tanto, Solana ya no es una cadena pública, sino el Shenzhen, Seúl o Singapur del mundo en cadena—una nueva economía digital emergente capaz de crecer de forma independiente, generar demanda de manera continua, producir narrativas y atraer capital y población.
Leer más:
2025: La primera verdadera curva de riesgo en cripto
〈Solana no es una cadena pública, sino una economía emergente: El auge de la “Capa de Actividad” en cadena en 2025〉este artículo fue publicado originalmente en 《CoinRank》.