Esta noche, quienes están pendientes del mercado probablemente hayan notado una cifra: 80%.

No se trata de la caída de algún altcoin, sino de la probabilidad anticipada por el mercado de que el Banco de Japón suba los tipos de interés en diciembre. El bitcoin ha caído por debajo de los 83.000 dólares, lo que a simple vista parece una corrección técnica, pero lo que realmente pone nerviosos a los institucionales es esa cadena de liquidez invisible que hay detrás: el carry trade en yenes, que mueve cerca de 19 billones de dólares a nivel global.

La lógica es directa: si el Banco de Japón realmente endurece su política monetaria, todo ese capital que ha estado pidiendo prestado en yenes para invertir en acciones estadounidenses y criptoactivos tendrá que cerrar posiciones y retornar. Basta con revisar los gráficos de Navidad de 2022: en aquel entonces, el Banco de Japón solo ajustó ligeramente su política de control de la curva de rendimientos ((YCC)), y los mercados globales experimentaron una fuerte sacudida. Además, la ventana del 19 de diciembre coincide con un periodo de baja liquidez, lo que puede amplificar cualquier movimiento inesperado.

También hay que prestar atención a la postura de la Reserva Federal. En sus últimas intervenciones públicas, Powell ha evitado deliberadamente entrar en detalles sobre la política, y este tipo de "periodo de silencio" suele anticipar un giro importante. Si en Japón endurecen y en EE. UU. no aflojan, el mercado cripto podría afrontar una doble presión.

Sin embargo, desde otra perspectiva, la Fed acaba de lanzar una señal clave: planea abrir una “cuenta principal simplificada” para emisores de stablecoins reguladas, permitiéndoles acceso directo al sistema de pagos del banco central. Esto supone una especie de pase oficial para stablecoins como USDC, elevando tanto su eficiencia de pago como su respaldo crediticio. Los protocolos DeFi y proyectos de infraestructura que integren profundamente stablecoins reguladas podrían beneficiarse de nuevas oportunidades de crecimiento.

Recordemos que, tras la primera subida de tipos del Banco de Japón a principios de 2024, el bitcoin tardó apenas tres meses en marcar un nuevo máximo histórico. Ahora se alinean varios puntos clave: esta semana hay discurso de Powell, datos PMI, informe de solicitudes de desempleo, y en diciembre, reunión del Banco de Japón y el gráfico de puntos de la Fed. Estas variables marcarán el rumbo en adelante.

El mercado ya ha empezado a reaccionar por anticipado. ¿Es solo un ajuste temporal o el inicio de un cambio de tendencia? Los grandes movimientos suelen llegar cuando todos contienen la respiración.