Inversión en valor, retorno al valor y seguimiento de tendencias

El seguimiento de tendencias generalmente se refiere al seguimiento de tendencias desde el análisis técnico. No me gusta mucho este tipo de operativa, y lo más probable es que no sea rentable, ya que es fácil de refutar. Haciendo un backtest con el cruce de dos medias móviles más simple, básicamente los resultados suelen ser de pérdidas.

Además, considero que seguir tendencias en las velas carece de lógica de inversión, porque no compras las velas, sino el activo que representan. En este sentido, estoy más de acuerdo con la inversión en valor, que se asemeja más a lo que se podría llamar “seguimiento de tendencias”. Por ejemplo, si crees en la IA, mantienes a largo plazo acciones de empresas con buenos fundamentales en el sector de la IA; comprar NVIDIA hace unos años seguía esta lógica. Para los activos con valor, su media móvil de largo plazo siempre tiende a subir, pero no todos los activos cuya media móvil de largo plazo sube tienen necesariamente valor a largo plazo, ya que puede ocurrir que justo cuando comienza a subir, el ciclo termine, y en ese momento estaríamos en máximos. Si investigas desde la perspectiva del activo, tienes la oportunidad de comprar antes de que la media móvil de largo plazo forme una tendencia y mantener la posición.

Lo verdaderamente valioso del análisis técnico es el retorno al valor: encontrar activos con valor a largo plazo, vender cuando se alejan mucho de la media móvil de largo plazo y volver a comprar cuando se acercan, así se pueden obtener algunos beneficios en los movimientos de rango.

He visto en la blockchain a mucha gente haciendo seguimiento de tendencias, que suelen comprar en máximos, vender con pérdidas en mínimos y volver a entrar cuando el precio sube otra vez, repitiendo este patrón una y otra vez, actuando como proveedores de liquidez. Así, aunque el activo suba a largo plazo, quienes hacen seguimiento de tendencias acaban perdiendo dinero. Por eso, el conocimiento de los fundamentales del mundo real es imprescindible; aunque las operaciones sean electrónicas, los activos negociados están estrechamente ligados al mundo real.