Piénsalo un momento. Si Elon anunciara que va a invertir enormes recursos para hacer de Grok la mejor IA que existe, ¿la gente se volvería nerviosa diciendo "¡Oh no, van a convertir la app de pájaros en una copia de ChatGPT! ¡Así que nada de ser una plataforma social!"

Lo dudo. Sin embargo, esa es exactamente la energía que estamos viendo últimamente con todas estas críticas a Farcaster.

Cuando una plataforma invierte en nuevas funcionalidades—ya sean capacidades de IA o actualizaciones de protocolos—siempre habrá esa multitud gritando que el cielo se está cayendo. Pero aquí está la cuestión: la evolución no significa abandonar tu identidad central. Una red social que añade herramientas no deja de ser social.

¿El FUD que rodea Farcaster ahora mismo? Mismo libro de jugadas, otro día. La gente resiste el cambio hasta que deja de hacerlo. Y de repente todos actúan como si lo hubieran visto venir desde el principio.