En la conferencia de Bitcoin MENA, una figura destacada presentó un plan audaz: acumular grandes cantidades de BTC, retirarlos de la circulación y luego aprovechar esas posiciones como garantía para poner en marcha sistemas de crédito digital. ¿La propuesta? Esto elimina de alguna manera el riesgo inherente a Bitcoin mientras asegura un retorno anual garantizado del 10% para siempre.

¿Suena demasiado bueno para ser verdad? Porque probablemente lo sea. La lógica aquí no se sostiene: afirmar que puedes eliminar la volatilidad de un activo mientras prometes rendimientos perpetuos de dos dígitos es una fantasía financiera. Ninguna estructura colateral elimina mágicamente el riesgo de mercado, y mucho menos una construida sobre un activo conocido por sus oscilaciones de precios brutales.

Este tipo de narrativa puede sonar visionaria en una sala de conferencias, pero en la práctica, está vendiendo un sueño que desafía las mecánicas básicas del mercado.