El mercado de opciones está enviando algunas señales de advertencia en este momento. Observando la posición actual y las estrategias de cobertura, existe una posibilidad real de que veamos una presión de venta acelerada si el S&P 500 cae hacia el nivel de 6,500 en las próximas sesiones.

Lo que es particularmente interesante aquí es cómo están estructurados los flujos de opciones. Cuando profundizas en las proporciones put-call y las concentraciones de strike, los datos sugieren que los operadores están preparados para un movimiento a la baja. Pero aquí está el tema: si realmente se rompe el nivel de 6,500, esas posiciones defensivas podrían, irónicamente, alimentar una reversión más agresiva.

También vale la pena estar atentos a los picos de volatilidad. Los mercados tienen una forma extraña de sobrepasarse cuando todos están posicionados en la misma dirección. No digo que definitivamente vayamos allí, pero la configuración es algo que los operadores activos deberían tener en su radar para la próxima semana.