El reciente movimiento de Australia para restringir el acceso de los adolescentes a las plataformas sociales plantea una pregunta interesante sobre la coherencia regulatoria. Si sustancias como el alcohol y el tabaco están fuera del alcance de los menores debido a preocupaciones por el desarrollo, ¿no debería aplicarse la misma lógica a las plataformas que pueden ser igual de adictivas?
La comparación no es exagerada. La investigación sigue acumulándose sobre cómo los algoritmos en los feeds afectan los cerebros jóvenes—bucles de dopamina, fragmentación de la atención, impactos en la salud mental. Sin embargo, apenas existen controles de edad que realmente funcionen.
¿Lo adoptará Estados Unidos? Probablemente no en un futuro cercano. Pero el experimento australiano podría impulsar a otros gobiernos a al menos reconocer el elefante en la habitación: regulamos sustancias que dañan mentes en desarrollo, pero damos un pase libre al desplazamiento infinito.
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NFT_Therapy_Group
· 12-13 12:55
Este movimiento en Australia finalmente tiene un gobierno que se atreve a señalar a este inútil. La trampa de dopamina que llena las pantallas es incluso más peligrosa que el tabaco y el alcohol, ¿por qué solo se preocupa por lo material y no por los algoritmos...
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HashRatePhilosopher
· 12-12 04:50
Esta jugada en Australia es bastante interesante, pero para ser honesto, hay que ser muy duro en su implementación, de lo contrario, será como la prohibición de fumar, que al final solo será formalidad.
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ZKProofster
· 12-10 17:00
Desde un punto de vista técnico, la comparación del ciclo de dopamina es matemáticamente sólida, pero el problema de la implementación es... bueno, esa es la parte realmente difícil que nadie quiere abordar. Las restricciones por edad son criptográficamente triviales de romper; ¿la verdadera imposición del comportamiento? ahí es donde el protocolo falla. Australia solo está posponiendo el problema con teatro, mientras que el problema real—las estructuras de incentivos de la plataforma—permanece sin solucionar.
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LayerZeroHero
· 12-10 16:59
Esta jugada en Australia realmente ha dado en el clavo, la alimentación algorítmica es casi como una droga, ¿por qué uno prohíbe y el otro permite?
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DataOnlooker
· 12-10 16:54
Esta jugada en Australia es realmente fuerte, pero para ser honesto, en Estados Unidos no es posible seguir esa tendencia; las grandes empresas de tecnología tienen intereses demasiado grandes.
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TokenomicsTherapist
· 12-10 16:38
Para ser sincero, esta jugada en Australia debería haberse hecho hace tiempo, revisar el móvil es más adictivo que fumar... la propia algoritmia es una droga, hermano.
El reciente movimiento de Australia para restringir el acceso de los adolescentes a las plataformas sociales plantea una pregunta interesante sobre la coherencia regulatoria. Si sustancias como el alcohol y el tabaco están fuera del alcance de los menores debido a preocupaciones por el desarrollo, ¿no debería aplicarse la misma lógica a las plataformas que pueden ser igual de adictivas?
La comparación no es exagerada. La investigación sigue acumulándose sobre cómo los algoritmos en los feeds afectan los cerebros jóvenes—bucles de dopamina, fragmentación de la atención, impactos en la salud mental. Sin embargo, apenas existen controles de edad que realmente funcionen.
¿Lo adoptará Estados Unidos? Probablemente no en un futuro cercano. Pero el experimento australiano podría impulsar a otros gobiernos a al menos reconocer el elefante en la habitación: regulamos sustancias que dañan mentes en desarrollo, pero damos un pase libre al desplazamiento infinito.