Algo salvaje sucedió mientras simplemente estaba ordenando en casa. La IA tomó el control por completo—realizó sus propias evaluaciones, ejecutó prueba tras prueba, incluso generó gráficos desde cero para detectar qué estaba causando los problemas. ¿Y después? Intentó tres soluciones diferentes. Sin ninguna aportación mía. Lo que me dejó alucinado no fue solo que funcionara. Es que todo este enfoque ni siquiera fue algo que yo sugiriera. Ella propuso el plan, se depuró a sí misma y entregó resultados. Todo mientras yo estaba ocupado con las tareas del hogar.