La Reserva Federal acaba de revisar sus perspectivas para 2026, y los números cuentan una historia interesante. Ahora proyectan que la inflación PCE llegará a 2.4% para finales de 2026, bajando del 2.6% estimado anteriormente. ¿La inflación subyacente? También bajando a 2.5% desde 2.6%.

Pero aquí viene lo sorprendente: las expectativas de crecimiento del PIB han recibido un impulso serio. Ahora pronostican una expansión del 2.3% en 2026, un aumento pronunciado respecto al pronóstico anterior del 1.8%. Mientras tanto, las proyecciones de crecimiento a largo plazo permanecen en 1.8%.

Así que estamos ante un escenario donde la inflación se enfría ligeramente mientras el crecimiento se acelera a corto plazo. Ese es el tipo de contexto macro que podría cambiar el sentimiento en los activos de riesgo.