¿Sigues en pie después de todo ese caos? ¿Los golpes brutales, las liquidaciones desgarradoras, la volatilidad interminable que sacudió a tantas manos?

Entonces no eres solo un superviviente. Eres diferente.

La mayoría de la gente salió corriendo cuando el mercado se volvió salvaje. No pudieron soportar las velas rojas ni manejar la presión. Pero tú? Tú te quedaste. Mantuiste tu posición en cada caída, cada cascada, cada momento que puso a prueba tu convicción.

Eso no es suerte. Eso es resistencia. Los verdaderos reconocen a los verdaderos en este espacio.