El anuncio de recorte de tasas en la madrugada del miércoles fue, para ser honesto, bastante interesante.

Los 25 puntos básicos se cumplieron como previsto, ya es la tercera vez en el año que se hace. Pero esta vez, la votación interna estuvo bastante reñida, y la declaración posterior dejó una señal bastante clara: no esperes que las próximas bajadas sean tan rápidas como antes. La forma en que Powell expresó las cosas en la rueda de prensa prácticamente dejó claro que «prudencia» es la palabra clave en su discurso.

¿La reacción del mercado? El oro primero subió un tramo, luego fue golpeado y cayó, siguiendo una montaña rusa típica. En el caso de Bitcoin, fue aún más movido: tras la noticia, subió rápidamente por encima de 94,000, pero no pudo soportar la presión vendedora y cayó, para finalmente recuperarse y estabilizarse.

Hablando de la última actuación de Powell, la volatilidad no fue tan intensa como se esperaba. La reacción del mercado ante la llamada «nueva versión de flexibilización cuantitativa» fue sorprendentemente fría, y en realidad, Bitcoin, que es muy sensible a la liquidez, no debería haber estado tan inactivo.

Pero hay un detalle interesante para analizar: Trump previamente declaró que el próximo año reduciría la inflación al 2%. Esta expectativa más agresiva ya empezó a surgir dentro de la Reserva Federal. Cómo evolucione esto en adelante, quizás sea más importante que el mismo recorte de tasas.