Esta ola de recortes de tasas, la fiesta en el mercado de criptomonedas aún no ha durado más de diez minutos, y ya le echaron agua fría.

La Reserva Federal efectivamente recortó las tasas, situándolas en un rango de 3.5%-3.75% — la tercera ronda consecutiva, con una bajada de 25 puntos básicos cada vez, un ritmo tan firme como si condujera en modo automático. Pero lo importante es que, tras la bajada de tasas, la actitud es tan dura como una piedra.

El gráfico de puntos deja claro: en los próximos dos años, cada uno con una bajada, no hay más vueltas que darle. Los oficiales internos discuten sin parar, las diferencias son tan grandes que puedes imaginar la tensión en la sala de reuniones. ¿Seguir con una política acomodaticia? Ni pensarlo.

Las palabras de Powell siguen siendo la misma vieja receta: datos de empleo débiles, la inflación como un niño malcriado, y los riesgos que siguen aumentando. Goldman Sachs es aún más directo, con una sola frase que marca el tono: la bajada de tasas preventiva ha llegado a su fin, no esperes más dulces en el futuro.

El mundo de las criptomonedas estaba listo para despegar, Bitcoin subió brevemente, pero luego fue empujado de vuelta al suelo. La operación de la Reserva Federal, nunca sigue un guion predecible, el mercado siempre tiene que adivinar. TRUTH, ETH, ZEC y otros activos ahora solo pueden seguir la suerte del mercado general.

En definitiva, esta ronda de recortes de tasas parece más un trámite rutinario que una señal clara.