Esta ronda de corrección tiene su desencadenante—los resultados financieros de la gigante tecnológica Oracle no cumplieron con las expectativas, cayendo un 13% antes de la apertura, y las preocupaciones del mercado sobre la burbuja de IA se encendieron de inmediato. La sesión nocturna en Wall Street continuó cayendo, y el mercado de criptomonedas, sin duda, siguió la misma tendencia.

Lo irónico es que, un día antes, Powell todavía apoyaba públicamente las perspectivas de la IA, haciendo declaraciones optimistas, pero con un informe financiero, las emociones volvieron a la realidad. ¿El mercado confía en los fundamentos o en las emociones? Probablemente ni siquiera Wall Street ha aclarado esa duda. Las buenas noticias son ignoradas, mientras que las malas se amplifican con lupa.