Acabo de ver el informe de perspectivas para 2026 de 21Shares (ese gigante que administra cientos de miles de millones en ETPs de criptomonedas), y algunos números me dejaron literalmente sentado.

Primero, lo más impactante: la oferta de stablecoins va a pasar de 300 mil millones a 1 billón de dólares. ¿Qué concepto es ese? En tres años, se multiplica por 3.3. Esto ya no es solo una «herramienta de trading», la gente quiere ser la energía eléctrica y el agua del sistema financiero global.

En cuanto a Bitcoin, creen que el ciclo de reducción a la mitad en cuatro años va a ser reescrito. Ya no mirarán tanto la producción de los mineros, sino el flujo de fondos institucionales, la dirección de la regulación, y el estado de la macroeconomía. En pocas palabras, BTC está pasando de «los mineros mandan» a «Wall Street manda».

Se espera que la gestión de los ETPs de criptomonedas pase de 250 mil millones a 400 mil millones, cubriendo principales activos como BTC, ETH, SOL. Según sus predicciones, estos productos podrían superar al fondo del índice Nasdaq 100.

El mercado de predicciones también fue mencionado: plataformas como Kalshi y Polymarket podrían tener un volumen de transacciones anual que supere los 100 mil millones de dólares. Tras una flexibilización regulatoria, apostar al futuro dejará de ser cosa de minorías y se convertirá en un juego para el público general.

Por último, en cuanto a RWA (activos del mundo real en la cadena), las cifras son aún más exageradas: de 35 mil millones a más de 500 mil millones de dólares. Bonos del Estado, bienes raíces, créditos… todo puede ser tokenizado y puesto en la cadena para su trading.

En fin, el núcleo de este informe es uno solo: las criptomonedas están pasando de ser una «cueva de especulación» a una «infraestructura financiera» en plena ebullición. No sé si creerlo o no, pero la tendencia ya es bastante clara.