En una sentencia histórica que envía ondas de choque por el mundo cripto, Do Kwon ha sido condenado a 15 años de prisión. El arquitecto detrás de las criptomonedas que colapsaron espectacularmente, Kwon se declaró culpable de cargos por fraude. El colapso de sus proyectos evaporó miles de millones en fondos de inversores, dejando innumerables carteras en ruinas. Esta condena marca una de las penas más severas en la historia del fraude en criptomonedas, subrayando la creciente determinación de los reguladores para hacer responsables a los malos actores. El caso sirve como un recordatorio contundente: la innovación sin integridad tiene consecuencias.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
6 me gusta
Recompensa
6
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
OldLeekConfession
· 12-11 23:16
¡15 años! Este tipo realmente ha llegado lejos. La ola de Luna en su día realmente chupó bastante gente.
Ver originalesResponder0
GateUser-00be86fc
· 12-11 23:15
15 años, este tipo está completamente acabado... arruinó los activos de tantas personas y aún se atreve a admitirlo, realmente increíble
Ver originalesResponder0
ImpermanentPhobia
· 12-11 23:09
15 años, esto realmente se ha ido de las manos. Cuántas personas han visto sus sueños desvanecerse...
Ver originalesResponder0
DeFiChef
· 12-11 22:58
Eh... ¿15 años? Parece que todavía no es suficiente, ¿qué pasa con los minoristas que fueron cortados?
Ver originalesResponder0
GasWaster
· 12-11 22:56
¿15 años? La verdad, este tipo se lo merece, estafó el dinero de tantas personas.
En una sentencia histórica que envía ondas de choque por el mundo cripto, Do Kwon ha sido condenado a 15 años de prisión. El arquitecto detrás de las criptomonedas que colapsaron espectacularmente, Kwon se declaró culpable de cargos por fraude. El colapso de sus proyectos evaporó miles de millones en fondos de inversores, dejando innumerables carteras en ruinas. Esta condena marca una de las penas más severas en la historia del fraude en criptomonedas, subrayando la creciente determinación de los reguladores para hacer responsables a los malos actores. El caso sirve como un recordatorio contundente: la innovación sin integridad tiene consecuencias.