Francia acaba de impulsar enmienda 1649AC, una medida que está haciendo vibrar a la comunidad cripto. ¿La propuesta? Los ciudadanos que posean activos digitales en autocustodia ahora deben informar su valor de mercado exacto a las autoridades, incluso cuando no hayan vendido, comerciado o realizado alguna acción sujeta a impuestos con esas posesiones.
La reacción no se hizo esperar. Los defensores de la privacidad la califican como una grave extralimitación, argumentando que obliga a divulgar datos financieros personales sin una causa legítima. Peor aún, los críticos señalan que esto crea una base de datos centralizada de quién posee qué—esencialmente un mapa del tesoro para actores malintencionados. ¿Las implicaciones de seguridad? No exactamente tranquilizadoras cuando se están pintando objetivos en billeteras privadas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
7 me gusta
Recompensa
7
3
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
BlockchainTherapist
· hace6h
ngl esto da vibraciones totalitarias... Francia realmente dijo "muéstranos tus bolsas o si no" jaja
Ver originalesResponder0
AirdropHarvester
· hace6h
ngl Francia está siendo muy dura aquí, obligando a reportar todos los activos que se guardan... esto es prácticamente decirle a los hackers "ven aquí a buscar oro"
Ver originalesResponder0
AltcoinTherapist
· hace6h
ngl Francia realmente dijo "hagamos que cada hodler sea un objetivo" jajaja... esa base de datos centralizada es básicamente entregar a los hackers una lista de compras
Francia acaba de impulsar enmienda 1649AC, una medida que está haciendo vibrar a la comunidad cripto. ¿La propuesta? Los ciudadanos que posean activos digitales en autocustodia ahora deben informar su valor de mercado exacto a las autoridades, incluso cuando no hayan vendido, comerciado o realizado alguna acción sujeta a impuestos con esas posesiones.
La reacción no se hizo esperar. Los defensores de la privacidad la califican como una grave extralimitación, argumentando que obliga a divulgar datos financieros personales sin una causa legítima. Peor aún, los críticos señalan que esto crea una base de datos centralizada de quién posee qué—esencialmente un mapa del tesoro para actores malintencionados. ¿Las implicaciones de seguridad? No exactamente tranquilizadoras cuando se están pintando objetivos en billeteras privadas.