Recientemente revisé el informe anual de la (FSOC) de la Junta de Supervisión de Estabilidad Financiera de Estados Unidos y encontré un cambio bastante interesante: las criptomonedas fueron removidas de la "lista de amenazas al sistema financiero".

Esta situación en realidad merece una reflexión. Hay que recordar que hace unos años, las autoridades reguladoras estaban extremadamente estrictas con las instituciones financieras que se involucraban en negocios con criptomonedas; ahora, la actitud ha cambiado claramente. En el informe no solo reconocen el crecimiento del sector cripto, sino que también han retirado esas "posturas cautelosas" que tenían antes. Por supuesto, tampoco han bajado completamente la guardia — el tema de que las stablecoins puedan ser usadas para actividades financieras ilegales todavía se menciona de forma aislada.

Personalmente, creo que esta cambio envía una señal bastante clara: el sistema financiero tradicional empieza a aceptar la existencia de las criptomonedas y ya no mantiene una postura de prevención total. Pero, por otro lado, que la regulación sea más flexible no significa que no existan reglas. Las stablecoins siguen siendo un objetivo clave para la vigilancia, ya que involucran activos denominados en dólares y su liquidez puede causar reacciones en cadena si no se controlan adecuadamente.

En definitiva, este informe puede considerarse como una dosis de tranquilidad para la industria, pero cómo se implementarán las políticas específicas aún está por verse.