Un cofundador de una plataforma descentralizada de derivados recientemente publicó un largo artículo en el que repasa sus ocho años en el mundo de las criptomonedas. La conclusión fue bastante dura: piensa que esta industria hace tiempo que perdió su rumbo.

En sus inicios, todos hablaban de descentralización y de reconstruir el sistema financiero en términos grandilocuentes. ¿Y ahora? El mercado en su conjunto es básicamente un casino gigante. Nuevos conceptos y nuevas categorías aparecen uno tras otro, y en esencia todo se reduce a un: juego de suma cero. Lo que tú ganas, otros lo pierden, y nada tiene que ver con construir un nuevo orden financiero.

En el artículo, señala sin rodeos que muchos de los llamados proyectos innovadores en realidad no están impulsando a la industria hacia un camino más saludable. El dinero circula de un pool a otro, parece animado, pero en realidad su contribución a la creación de valor genuino es limitada. Estas palabras, pronunciadas por alguien con una participación profunda en el sector, llevan mucho peso.