La lucha de poder entre el gobierno federal y los estados de EE. UU. añade un nuevo campo de batalla—esta vez, en la IA.

El 11 de diciembre, Trump firmó una orden ejecutiva, dirigida directamente a aquellos estados que quieren gobernar la IA por sí mismos. ¿Cómo? Creando un «Grupo de Trabajo de Litigios sobre IA», dedicado a demandar a los gobiernos estatales que promulguen leyes sobre IA. Al mismo tiempo, el Departamento de Justicia, la Comisión Federal de Comercio y la Comisión Federal de Comunicaciones formarán equipos para ejecutar el plan de IA de la Casa Blanca, eludiendo las regulaciones locales que consideran «tediosas».

Lo más duro es que el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, también fue autorizado a investigar una cuestión: ¿puede el gobierno federal condicionar los subsidios de banda ancha a aquellos estados que «no obedecen» las leyes de IA? Esa es una jugada bastante directa.

El propio Trump también dio su motivo: «Debemos mantener un ritmo coherente. Mira a China, hacen lo que dicen y lo hacen, están unidos. Nuestro sistema es diferente, pero un buen sistema debe basarse en decisiones sabias». La implicación es clara: en su opinión, que cada estado haga lo suyo no es «sabio» suficiente.

¿Aceptarán los gobiernos estatales la imposición de estándares unificados por parte del gobierno federal? La lucha por el control de la regulación de la IA acaba de comenzar.