El mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. últimamente ha sido interesante. La Reserva Federal ha abandonado su anterior disfraz y ha comenzado a comprar 400 mil millones de dólares en bonos cada mes, una acción de gran tamaño que llama la atención. Detrás de esta medida acelerada, Japón, que alguna vez fue el "padrino" de la financiación, ha empezado a fallar.

Los datos hablan por sí mismos: en 1995, la deuda estadounidense era de menos de 5 billones, y para 2025 ya había alcanzado los 38 billones, con una velocidad de crecimiento cada vez más absurda. Claramente, el mercado ya ha olfateado algo raro.

¿Dónde está el problema? Antes, Japón y China eran los principales compradores de bonos del Tesoro. Hoy en día, China elige no renovar sus vencimientos y Japón, por su parte, tiene problemas graves en su mercado de bonos, viéndose obligado a subir las tasas para estabilizar la situación. Las instituciones solo pueden vender bonos del Tesoro para obtener liquidez, ¿quién tiene dinero sobrante para seguir comprando? Si la Reserva Federal no actúa, las tasas de interés de los bonos del Tesoro se dispararán y todo el mercado podría colapsar.

Irónicamente, desde septiembre de 2024, la Reserva Federal ha recortado las tasas seis veces, pero las tasas de interés de los bonos del Tesoro siguen subiendo, lo que indica una gran presión. Comprar 400 mil millones al mes puede efectivamente reducir las tasas del mercado, pero los problemas del sistema financiero estadounidense son cada vez mayores. ¿Alguien puede asegurar que otros fondos no seguirán la tendencia de Japón? La Reserva Federal solo podrá seguir aumentando sus compras. Aunque los rumores del mercado sugieren que podría reducirse a 200 mil millones, no hay nada seguro.

¿Y qué impacto tendrá esta serie de acciones en el mercado de activos criptográficos? Aún es difícil de decir, pero al menos los cambios en la liquidez merecen una vigilancia estrecha.