Durante años, el mercado aprendió a tratar los ciclos de Bitcoin como algo casi predecible.
Halving, aceleración, euforia, máximo.
Pero este ciclo rompió esa lógica — y no fue en el precio, fue en la estructura.
No solo cambió el comportamiento del precio; cambió la mecánica del mercado. Cambió el flujo, cambió el agente dominante, cambió el macro. Por eso, analizar 2025 con las lentes de 2017 o 2021 puede llevar a conclusiones peligrosas.
En este artículo, explico por qué este ciclo es estructuralmente diferente, qué variables cambiaron y por qué, en mi opinión, la verdadera máxima histórica aún no ha sido alcanzada.
Lo que hacía que los ciclos anteriores “sean iguales”
Los ciclos de 2012, 2016 y 2020 compartieron una base macro y micro similar.
Estos elementos creaban un entorno altamente favorable a movimientos rápidos y excesos especulativos:
Intereses cercanos a cero o en caída
Liquidez abundante
Baja participación institucional
Acción de precio impulsada mayoritariamente por el retail
Euforia acelerada post-halving
Oferta relativamente más líquida
Derivados aún poco dominantes
En ese entorno, el halving tenía impacto directo y rápido en el precio. Históricamente, el ATH surgió, en promedio, aproximadamente en 500 días después del evento, con un retraso creciente a medida que el mercado maduraba.
La diferencia más llamativa: intereses altos en el halving
Por primera vez en la historia de Bitcoin, un halving ocurrió con intereses reales positivos.
En ciclos anteriores, los intereses reales en el momento del halving eran aproximadamente:
2012: ≈ -1,9%
2016: ≈**-0,5%**
2020: ≈ -1,0%
Este escenario favorecía activos de riesgo: dinero barato, liquidez elevada y búsqueda generalizada de retorno.
En 2024–2025, el contexto es opuesto:
Intereses reales positivos
Liquidez más restringida
Inflación más controlada, pero persistente
Menor disposición al riesgo
Compras institucionales más graduales y racionales
Si históricamente las ATHs ocurrieron con intereses reales negativos, este único factor ya sugiere un ciclo más lento y posiblemente desplazado en el tiempo.
La entrada institucional cambió toda la mecánica (datos)
Antes, Bitcoin era dominado por el retail: volátil, emocional y sujeto a movimientos parabólicos.
Hoy, la estructura es otra:
Los ETFs spot de Bitcoin acumulan cientos de miles de millones de dólares en activos bajo gestión y han absorbido, desde su lanzamiento, aproximadamente entre 4% y 5% de todo el supply circulante.
La media de compra diaria de los ETFs, en diversos períodos de 2024–2025, superó la emisión líquida post-halving (≈450 BTC/día), creando un déficit estructural de oferta.
Los creadores de mercado institucionales dominan la liquidez intradiaria.
Los hedge funds tratan a BTC como un activo macro, correlacionándolo con intereses reales, dólar y liquidez global.
El mercado de opciones empezó a influir directamente en zonas de precio y volatilidad implícita.
Este nuevo equilibrio reduce:
Picos extremos de volatilidad
Manías especulativas del retail
Movimientos parabólicos clásicos
Y crea una tendencia de alza más pesada, continua y sostenida por flujo institucional, no por euforia inmediata.
ETFs como motor principal del alza (cuantificación)
Gran parte de la apreciación de Bitcoin en 2024 ocurrió antes del halving.
En este ciclo, el principal catalizador inicial no fue la reducción de oferta provocada por el halving, sino el flujo estructural de los ETFs spot de Bitcoin, amplificado por un cambio relevante en el escenario político estadounidense, que modificó expectativas regulatorias y de flujo.
En términos cuantitativos:
En varios momentos, los ETFs compraron entre 2x y 4x la cantidad de BTC emitida diariamente por los mineros.
En ventanas mensuales, el flujo líquido de los ETFs fue suficiente para absorber completamente la presión vendedora de los mineros y aún retirar liquidez de las exchanges.
Esto explica por qué BTC pudo subir incluso en un entorno de intereses elevados: la demanda provino de una asignación estructural de cartera, no de liquidez barata.
Esa dinámica no existía en ningún ciclo anterior.
Oferta extremadamente ilíquida (on-chain)
El ciclo actual presenta las condiciones más restrictivas de oferta en la historia de Bitcoin:
Saldo de BTC en exchanges en los niveles más bajos desde 2018, por debajo del 12% del supply total.
Más del 70% del supply no se mueve desde hace al menos 1 año, un récord histórico.
Los holders a largo plazo (LTHs) mantienen posición neta positiva incluso tras nuevos máximos.
Los mineros, tras una fuerte capitulación en ciclos anteriores, operan hoy con mayor eficiencia y menor necesidad de venta forzada.
En ciclos pasados, la subida atraía rápidamente BTC a las exchanges.
En este ciclo, ocurre lo contrario: los ETFs y la custodia institucional drenan liquidez de forma continua.
El macro actual no se parece a ningún otro ciclo
Los ciclos anteriores ocurrieron en entornos de:
Intereses bajos
Inflación contenida
Déficits fiscales controlados
Menor influencia geopolítica
Hoy, el escenario incluye:
Intereses elevados
Déficits fiscales históricamente altos
Inflación moderada, pero persistente
Reindustrialización, reshoring y fragmentación geopolítica
Bancos centrales lidiando con niveles de deuda estructuralmente más altos
Es un régimen macro inédito para Bitcoin.
La verdadera ATH de este ciclo aún no ha llegado
Basado en:
La historia de las ATHs ocurriendo en entornos de intereses reales bajos o negativos
El retraso estructural causado por un halving con intereses reales positivos
El impacto medible de los ETFs spot
El nivel históricamente ilíquido del supply
La expectativa de un ciclo de recortes de intereses condicionado por la inflación y el crecimiento
La normalización de la volatilidad causada por la actuación institucional a través de derivados
Llego a la tesis central:
👉 Históricamente, los máximos de ciclo de Bitcoin ocurrieron en entornos de mayor apetito por el riesgo, frecuentemente asociados a intereses reales negativos (una zona cercana a -0,8%).
Esta referencia no debe verse como un gatillo exacto, sino como una región histórica observada en ciclos anteriores, a pesar de la amplia dispersión.
Actualmente, los intereses reales siguen positivos, cercanos a 1,9%, lo que ayuda a explicar la ausencia de euforia típica de máximo.
Si los ciclos anteriores necesitaron de ese entorno…
y este aún no lo ha experimentado…
entonces tiene sentido considerar que el ciclo actual no ha terminado — está estructuralmente retrasado.
Cuadro cuantitativo — Cómo se formaron los máximos anteriores vs el ciclo actual
Bitcoin aún solo tiene tres ciclos completos, lo que limita inferencias estadísticas robustas.
Sin embargo, la recurrencia de las condiciones macro en los máximos anteriores sugiere que la relación entre intereses reales, liquidez y máximas históricas no es aleatoria, sino estructural.
Conclusión
Este ciclo de Bitcoin no es una versión extendida de los anteriores.
Es un ciclo con otra estructura, otro macro, otro tipo de demanda y otro perfil de precios.
Es el ciclo más institucional, más ilíquido y más sensible a intereses en la historia.
Y, precisamente por eso, puede ser la primera vez que la verdadera máxima histórica surge después de que gran parte del mercado ya haya declarado que el máximo quedó atrás.
👉 Si las condiciones macro que históricamente marcaron los máximos aún no han aparecido, ¿tiene sentido tratar este movimiento como el fin del ciclo — o como solo la mitad del mismo?
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¿Por qué este ciclo de Bitcoin es completamente diferente a los anteriores?
Durante años, el mercado aprendió a tratar los ciclos de Bitcoin como algo casi predecible.
Halving, aceleración, euforia, máximo.
Pero este ciclo rompió esa lógica — y no fue en el precio, fue en la estructura.
No solo cambió el comportamiento del precio; cambió la mecánica del mercado. Cambió el flujo, cambió el agente dominante, cambió el macro. Por eso, analizar 2025 con las lentes de 2017 o 2021 puede llevar a conclusiones peligrosas.
En este artículo, explico por qué este ciclo es estructuralmente diferente, qué variables cambiaron y por qué, en mi opinión, la verdadera máxima histórica aún no ha sido alcanzada.
Lo que hacía que los ciclos anteriores “sean iguales”
Los ciclos de 2012, 2016 y 2020 compartieron una base macro y micro similar.
Estos elementos creaban un entorno altamente favorable a movimientos rápidos y excesos especulativos:
En ese entorno, el halving tenía impacto directo y rápido en el precio. Históricamente, el ATH surgió, en promedio, aproximadamente en 500 días después del evento, con un retraso creciente a medida que el mercado maduraba.
La diferencia más llamativa: intereses altos en el halving
Por primera vez en la historia de Bitcoin, un halving ocurrió con intereses reales positivos. En ciclos anteriores, los intereses reales en el momento del halving eran aproximadamente:
Este escenario favorecía activos de riesgo: dinero barato, liquidez elevada y búsqueda generalizada de retorno. En 2024–2025, el contexto es opuesto:
Si históricamente las ATHs ocurrieron con intereses reales negativos, este único factor ya sugiere un ciclo más lento y posiblemente desplazado en el tiempo.
La entrada institucional cambió toda la mecánica (datos)
Antes, Bitcoin era dominado por el retail: volátil, emocional y sujeto a movimientos parabólicos. Hoy, la estructura es otra:
Este nuevo equilibrio reduce:
Y crea una tendencia de alza más pesada, continua y sostenida por flujo institucional, no por euforia inmediata.
ETFs como motor principal del alza (cuantificación)
Gran parte de la apreciación de Bitcoin en 2024 ocurrió antes del halving. En este ciclo, el principal catalizador inicial no fue la reducción de oferta provocada por el halving, sino el flujo estructural de los ETFs spot de Bitcoin, amplificado por un cambio relevante en el escenario político estadounidense, que modificó expectativas regulatorias y de flujo.
En términos cuantitativos:
Esto explica por qué BTC pudo subir incluso en un entorno de intereses elevados: la demanda provino de una asignación estructural de cartera, no de liquidez barata. Esa dinámica no existía en ningún ciclo anterior.
Oferta extremadamente ilíquida (on-chain)
El ciclo actual presenta las condiciones más restrictivas de oferta en la historia de Bitcoin:
En ciclos pasados, la subida atraía rápidamente BTC a las exchanges. En este ciclo, ocurre lo contrario: los ETFs y la custodia institucional drenan liquidez de forma continua.
El macro actual no se parece a ningún otro ciclo
Los ciclos anteriores ocurrieron en entornos de:
Hoy, el escenario incluye:
Es un régimen macro inédito para Bitcoin.
La verdadera ATH de este ciclo aún no ha llegado
Basado en:
Llego a la tesis central:
👉 Históricamente, los máximos de ciclo de Bitcoin ocurrieron en entornos de mayor apetito por el riesgo, frecuentemente asociados a intereses reales negativos (una zona cercana a -0,8%). Esta referencia no debe verse como un gatillo exacto, sino como una región histórica observada en ciclos anteriores, a pesar de la amplia dispersión. Actualmente, los intereses reales siguen positivos, cercanos a 1,9%, lo que ayuda a explicar la ausencia de euforia típica de máximo. Si los ciclos anteriores necesitaron de ese entorno… y este aún no lo ha experimentado… entonces tiene sentido considerar que el ciclo actual no ha terminado — está estructuralmente retrasado.
Cuadro cuantitativo — Cómo se formaron los máximos anteriores vs el ciclo actual
Limitaciones y cautela estadística
Bitcoin aún solo tiene tres ciclos completos, lo que limita inferencias estadísticas robustas. Sin embargo, la recurrencia de las condiciones macro en los máximos anteriores sugiere que la relación entre intereses reales, liquidez y máximas históricas no es aleatoria, sino estructural.
Conclusión
Este ciclo de Bitcoin no es una versión extendida de los anteriores. Es un ciclo con otra estructura, otro macro, otro tipo de demanda y otro perfil de precios. Es el ciclo más institucional, más ilíquido y más sensible a intereses en la historia. Y, precisamente por eso, puede ser la primera vez que la verdadera máxima histórica surge después de que gran parte del mercado ya haya declarado que el máximo quedó atrás.
👉 Si las condiciones macro que históricamente marcaron los máximos aún no han aparecido, ¿tiene sentido tratar este movimiento como el fin del ciclo — o como solo la mitad del mismo?