La error más común que comete un novato en el mundo de las criptomonedas es centrarse únicamente en dos cosas:

¿La tendencia del mercado es correcta? ¿Cuándo es el momento de entrar y cuándo de salir?

Pero esto solo es la superficie. Lo que realmente te puede arruinar es otra cosa: las comisiones.

Al principio, puede parecer que no es importante. Una comisión por operación? Una gota en el océano. Pero cuando realmente te pones en marcha, las cosas se vuelven incómodas.

Si haces 5 órdenes al día, 100 al mes y más de mil al año, esa tarifa deja de ser una nimiedad. Lo aterrador es que no se trata de una pérdida puntual, sino de una sangría constante, acumulada día a día, que nunca podrás recuperar.

Muchos piensan que han sido eliminados por un margin call. Pero en realidad, si haces un cálculo cuidadoso, entenderás que no fue un margin call, sino la mano invisible de las comisiones que te ha ido drenando poco a poco.

Por lo tanto, cuanto más frecuente sea tu trading, mayor será el riesgo. En lugar de perseguir subidas y bajadas con frecuencia, es mejor reducir operaciones inútiles, buscar una plataforma con comisiones más favorables y ahorrar el dinero posible. Esa es la verdadera habilidad para sobrevivir a largo plazo.