El Banco de Japón probablemente anunciará una decisión de subida de tipos en su reunión del 18-19 de diciembre. Según la información más reciente, la tasa de interés política podría aumentarse en 0.25 puntos porcentuales desde el 0.5% actual, alcanzando aproximadamente el 0.75%, lo cual sería un máximo desde septiembre de 1995. La declaración del gobernador Ueda Kazuo sobre sopesar los pros y los contras de subir los tipos en diciembre ya ha sido interpretada ampliamente por el mercado como una señal fuerte de subida, y la probabilidad de que esto ocurra ya supera el 80%. El gobierno japonés tampoco ha mostrado oposición, lo que elimina aún más las barreras políticas.

¿Por qué es esto tan importante para el mercado de criptomonedas? La clave está en el mecanismo de arbitraje en yenes. Desde hace mucho tiempo, los inversores globales toman prestados yenes a costos muy bajos y luego los cambian por dólares para comprar acciones estadounidenses, activos criptográficos y otros instrumentos de alto riesgo y alta rentabilidad. Una vez que Japón comience un ciclo de subida de tipos, el costo de tomar prestados yenes aumentará y el yen podría apreciarse, lo que obligará a cerrar esas posiciones apalancadas—los inversores se verán forzados a vender sus criptomonedas y otros activos de riesgo y cambiar el dinero de vuelta a yenes para pagar sus deudas.

Lo interesante es que el impacto de este mecanismo ya está sucediendo. Desde que Ueda Kazuo lanzó señales a principios de diciembre, los rendimientos de los bonos del gobierno japonés han alcanzado niveles máximos en años y el yen ha estado fortaleciéndose, mientras que Bitcoin, Ethereum, BNB, SOL y otras monedas principales han sufrido caídas notables. Todo esto se considera una manifestación directa de la presión para cerrar posiciones de arbitraje que se está liberando.

Como uno de los ámbitos más sensibles a la liquidez mundial, el mercado de criptomonedas no puede escapar a esta onda de impacto. La situación base es que la Reserva Federal subirá los tipos en 25 puntos básicos como se esperaba, pero cualquier retraso o medida más agresiva podría generar volatilidad inesperada.