Estos años, el mundo de las criptomonedas ciertamente ha visto aparecer activos de nivel de cien veces o más, pero lo interesante es que el 99% de la gente en realidad no ha llegado a beneficiarse realmente de ello.

Desde 2013 hasta ahora, hay al menos varias decenas de monedas que han superado un incremento de 100 veces, pero los inversores minoristas comunes que han podido participar en todo el proceso y mantener sus posiciones hasta el final son contados con los dedos de una mano. Esto no es una exageración, sino una realidad.

Ver a esos ejemplos históricos de referencia lo deja claro. Bitcoin, que pasó de menos de 1 dólar a más de 60,000 dólares, es una historia de miles de veces, pero requiere participar en las etapas muy tempranas, ciclos largos y lógica sólida, poniendo a prueba la paciencia. Ethereum, que subió desde aproximadamente 0.3 dólares en su ICO hasta más de 4800 dólares, tiene potencial de miles de veces, y también representa una oportunidad para los participantes en las etapas posteriores de cien veces, siendo la principal cadena pública una doble fuerza impulsora: tecnología más ecosistema. BNB, que pasó de 0.1 dólares a más de 600 dólares, demuestra el poder de los tokens de plataformas de intercambio, con recompras fuertes y escenarios de aplicación reales, alcanzando fácilmente las 6000 veces. SOL, que subió de 0.5 dólares a más de 250 dólares, con cadenas públicas de alto rendimiento y narrativa institucional, también puede alcanzar 500 veces, lo cual no es un sueño. La historia de DOGE y SHIB es aún más dramática: casi sin costo inicial, uno se lanzó gracias al efecto de celebridad de Musk y subió más de cien veces, mientras que el otro representa la máxima expresión de la emoción MEME, llegando directamente a mil veces.

Las monedas que realmente pueden multiplicar por cien suelen venir de estas categorías. La primera es de nuevas cadenas públicas e infraestructura, como ETH, SOL, AVAX, MATIC, que tienen tecnología, ecosistema y además aprovecharon los dividendos del ciclo. La segunda categoría son las monedas de plataforma, como BNB, OKB, HT, con modelos de ganancias claros y una explosión de fuerza en los mercados alcistas. La tercera son las monedas MEME y basadas en emociones, como DOGE, SHIB, PEPE, con alto riesgo y alta volatilidad, que se alimentan de la emocionalidad del mercado. La cuarta categoría son los líderes en etapas tempranas, en sectores como DeFi, NFT, AI, L2, los pioneros que ganaron en los primeros días y lograron sobrevivir.

¿Y por qué siempre las pierdes? Es por estas razones principales. La moneda ya ha subido 10 veces cuando te enteras, el coste de entrada es muy alto, y la mentalidad cambia. O cuando sube unas dos o tres veces, ya empiezas a pensar en ganar dinero rápido y quieres salir rápidamente. Lo peor es que vas cambiando continuamente de activo, saltando de uno a otro, y al final no logras beneficiarte de ninguno. Otros simplemente mantienen una posición pesada por FOMO, y cuando hay retrocesos, terminan siendo sacados del mercado.

Al final, el secreto para monedas de cien veces no está en elegir la moneda más precisa, sino en si puedes mantenerla, si puedes evitar hacerte el listo. La posición debe ser ligera, la mentalidad estable, resistir los retrocesos, y no cambiar de narrativa todos los días. En realidad, en el mundo de las criptomonedas no es necesario encontrar la moneda que vaya a multiplicar por cien, sino en el ciclo correcto, no quedarte atascado a mitad de camino. Las personas que realmente logran beneficiarse cien veces suelen ser aquellas que parecen simples pero persisten hasta el final.