El lunes volvemos al trabajo, ¿alguna vez has pensado que tu huella en Internet en realidad es mucho más clara de lo que imaginas?

Historial de chat, historial de búsquedas, cada transacción, estos comportamientos aparentemente independientes, en la base de datos se analizan y relacionan. Solo con identificar uno de estos elementos, los demás enlaces se revelan en cadena. Hábitos de comunicación, flujo de activos, preferencias de transacción... estos fragmentos se ensamblan lentamente en una imagen completa de ti.

Esto es especialmente evidente en los intercambios centralizados. Una vez que realizas una verificación KYC, tu identidad se convierte en parte de la base de datos de la plataforma. Si estos datos se filtran o se usan indebidamente, la reacción en cadena puede ser fatal. Por eso cada vez más personas prestan atención a la protección de la privacidad, a la autenticación descentralizada y al control propio de sus activos—porque tu perfil digital no debería ser dibujado a la ligera.