El mercado de valores es el mejor lugar para conocerse a uno mismo.
Comprar en alza es porque no puedes controlar la avaricia, y vender en caída es porque no puedes vencer al miedo. Atreverte a mantener una posición completa solo porque tienes una naturaleza de apuesta en el fondo, y aguantar una caída profunda porque no quieres aceptar tus fracasos. Quizás cada operación que realizas lleva la huella de tu carácter, y cada ganancia o pérdida refleja exactamente la causa y efecto de tu percepción. Cuando tu frecuencia de operaciones disminuye gradualmente, y puedes calmarte y esperar pacientemente ese momento de certeza, te liberas de la impaciencia en el trading. Cuando aceptas con tranquilidad 20 oportunidades consecutivas solo para captar ese ritmo perfecto que resuena con tu percepción, en ese momento realmente rompes con el ladrón en tu corazón. El mercado de acciones no carece de oportunidades; incluso si acabas de perder una, no te preocupes, las oportunidades son como los autobuses, otra buena oportunidad aparecerá muy pronto. Creo que invertir en acciones es como una práctica espiritual para los monjes ascéticos; tu avaricia, miedo e ingenuidad se mostrarán con todo su esplendor en las fluctuaciones del mercado. Y el proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento puede ser también el significado más importante de la vida.
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El mercado de valores es el mejor lugar para conocerse a uno mismo.
Comprar en alza es porque no puedes controlar la avaricia, y vender en caída es porque no puedes vencer al miedo. Atreverte a mantener una posición completa solo porque tienes una naturaleza de apuesta en el fondo, y aguantar una caída profunda porque no quieres aceptar tus fracasos.
Quizás cada operación que realizas lleva la huella de tu carácter, y cada ganancia o pérdida refleja exactamente la causa y efecto de tu percepción. Cuando tu frecuencia de operaciones disminuye gradualmente, y puedes calmarte y esperar pacientemente ese momento de certeza, te liberas de la impaciencia en el trading.
Cuando aceptas con tranquilidad 20 oportunidades consecutivas solo para captar ese ritmo perfecto que resuena con tu percepción, en ese momento realmente rompes con el ladrón en tu corazón. El mercado de acciones no carece de oportunidades; incluso si acabas de perder una, no te preocupes, las oportunidades son como los autobuses, otra buena oportunidad aparecerá muy pronto.
Creo que invertir en acciones es como una práctica espiritual para los monjes ascéticos; tu avaricia, miedo e ingenuidad se mostrarán con todo su esplendor en las fluctuaciones del mercado. Y el proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento puede ser también el significado más importante de la vida.