## El legado de Jed McCaleb: ¿Cómo dos proyectos blockchain complementan una visión global de pagos?

Cuando Jed McCaleb, cofundador de Ripple, dejó la empresa en 2014 para crear Stellar, muchos en el ecosistema interpretaron esto como una ruptura. Sin embargo, un análisis más profundo de los timeline, asociaciones estratégicas y objetivos de ambas plataformas sugiere una narrativa diferente: dos soluciones diseñadas para trabajar en armonía.

## El pivote estratégico de 2014

Jed McCaleb fue fundamental en la arquitectura inicial de XRP, contribuyendo decisivamente al protocolo de consenso y al marco de funcionamiento de Ripple. Su salida en 2014 coincidió con un momento crucial: Ripple estaba consolidando su posición en el sector financiero institucional, y los organismos internacionales como el FMI, el BPI y el WEF comenzaban a debatir seriamente sobre la modernización de los sistemas de pago global. Este timing no parece accidental.

Mientras Ripple se enfocaba en conquistar a grandes instituciones financieras y bancos centrales, Jed McCaleb dirigió su atención hacia Stellar, creando un proyecto con una propuesta de valor completamente diferente. Esta bifurcación, lejos de ser una confrontación, representaba una estrategia de cobertura bilateral.

## XRP y XLM: Dos caras de la misma moneda

XRP, liderado por Ripple, se especializa en casos de uso institucionales: liquidez de reserva para transferencias transfronterizas, apoyo a monedas digitales de bancos centrales (CBDCs) y soluciones para la banca correspondiente. Sus partnerships incluyen a instituciones como Bank of America y SBI, consolidando su presencia en el sistema financiero tradicional.

Stellar, por su parte, adopta un enfoque complementario. XLM se posiciona como herramienta para la inclusión financiera, cooperando con organismos como Naciones Unidas en iniciativas de asistencia basada en blockchain y con gestoras de activos como Franklin Templeton para tokenización de valores. Mientras Ripple construye los rieles de la infraestructura global, Stellar democratiza el acceso a esa tecnología.

## El plan que se despliega

La hipótesis más convincente es que ambos proyectos funcionan como componentes de un ecosistema más amplio. Ripple maneja los pagos de alto volumen e importancia institucional, respaldado por regulaciones y asociaciones con la banca mundial. Stellar absorbe la demanda de las capas más bajas de la economía global, proporcionando acceso a tecnología blockchain sin requerir la intermediación bancaria tradicional.

Esta división del trabajo fue presciente. Mientras el debate global sobre CBDCs y modernización de pagos se intensificaba (un tema central en agendas del WEF y organismos financieros internacionales), ambos proyectos ya estaban posicionados para capturar diferentes segmentos del mercado de soluciones de pago blockchain.

Jed McCaleb no abandonó una visión; la expandió. La salida de Ripple no fue un fracaso, sino un rediseño estratégico.

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