La data de empleo no agrícola de esta noche ya tiene al mercado al borde del colapso.

Solo con ver las expectativas unánimes de las diferentes instituciones se sabe: la tasa de desempleo se mantiene en 4.4%, y las nuevas nóminas no agrícolas aumentan aproximadamente 50,000. Suena a que no hay gran cosa, pero el verdadero asesino no está en estos números en sí.

Lo crucial es—actualmente, la liquidez es extremadamente escasa.

La profundidad del mercado es severamente insuficiente, y el apalancamiento está acumulado en cada rincón. Una vez que los datos realmente se vuelvan bajistas, BTC no hará una corrección suave, sino que probablemente se desplome de forma abrupta. Esto no es un ajuste técnico, sino una liquidación forzada y una recolección de posiciones.

Por eso, el escenario más ideal resulta ser muy aburrido: los datos no son especialmente buenos ni especialmente malos. Simplemente, pasa de manera tranquila y monótona.

Pero eso no es lo más doloroso. Esta noche no solo se publicarán los datos de noviembre, sino que también se compensarán los datos omitidos de octubre. Una sola ola de volatilidad no basta, tendrás que vivir dos. La emoción del mercado se amplifica fácilmente ola tras ola.

Ahora, tanto las acciones en EE. UU. como las criptomonedas están apostando por la misma expectativa: un aterrizaje suave. La economía se desacelerará, pero no caerá en picada, y la Reserva Federal está dispuesta a seguir inyectando liquidez. Esa es la historia que el mercado quiere escuchar.

BTC ya pagó la matrícula anoche. Tras caer por debajo de 86k y rebotar cerca de 88k, toda la red sufrió un liquidación de más de 5 mil millones de dólares en un solo golpe. Muchos apalancamientos fueron destruidos de inmediato.

La lógica de esta caída no es difícil de entender: los largos estaban demasiado apalancados, sumado a la actitud de refugio en los datos previos, y la combinación de ambos factores explotó.

Pero desde la perspectiva en la cadena, la situación no es tan pesimista como parece. Los holders a largo plazo todavía tienen control sobre la presión de venta, y instituciones como BlackRock siguen comprando en las zonas de corrección.

Si esta noche los datos no presentan grandes problemas, probablemente veremos una clásica estrategia de "vender las expectativas, comprar los hechos". Cuando el mercado teme, se desploma en pánico; cuando los datos se revelan sin problemas, rápidamente se vuelve a comprar en largo.

Siguiendo esta lógica, el espacio para una recuperación a corto plazo de BTC todavía está entre 92k y 95k.

Pero lo que más inquieta es—al echar otro vistazo al mercado, los largos vuelven a apalancarse. Esto es muy peligroso.

Si los datos son suaves y tranquilos, ese apalancamiento será combustible que siga impulsando los precios. Pero si los datos explotan en bajista, ese apalancamiento se convertirá en una mecha, y puede desencadenar una cadena de liquidaciones en cascada.

En definitiva, esta noche no se trata de una lucha de direcciones. La verdadera cuestión es—en un entorno de liquidez tan estrecho, ¿quién será el primero en ser liquidado? ¿los largos o los cortos? ¿serán las grandes instituciones las que absorban a los minoristas, o un evento inesperado hará que todos pierdan?

Prepárense, puede ser muy turbulento.