Los últimos datos de empleo recién publicados muestran que la situación de la economía estadounidense es un poco extraña: parece estar bastante mal, pero Wall Street celebra. ¿Por qué? Porque el mercado está convencido de que la Reserva Federal comenzará a aflojar la política monetaria.

**¿Qué tan malos son los datos de empleo?**

La creación de 64,000 nuevos empleos en noviembre suena bien, pero lo realmente alarmante es la historia detrás. Los datos de octubre fueron revisados a la baja, eliminando directamente 105,000 puestos de trabajo, la mayor caída mensual desde finales de 2020. En otras palabras, en los últimos dos meses, el mercado laboral estadounidense en su conjunto se ha contraído, lo cual es una señal clara de que la economía se está contrayendo.

**¿Por qué, si la economía va mal, el mercado de valores está en alza?**

Por lógica, si la economía no va bien, las acciones deberían caer. Pero ahora la lógica se ha invertido. La idea del mercado es muy simple: dado que la economía está tan débil, la Reserva Federal no se atreverá a mantener tasas altas, sino que tendrá que reducirlas de emergencia para inyectar liquidez. El mercado de futuros ya está apostando a que en enero del próximo año las tasas bajarán, con una probabilidad del 25%. Mientras exista la posibilidad de aflojar la política, el mercado de valores se atreve a subir.

**¿Por qué, si la tasa de desempleo está en 4.6%, todavía no hay colapso?**

Una tasa de desempleo del 4.6% suele activar señales de advertencia de una recesión económica. Pero en esta ocasión no ha provocado pánico generalizado, y la clave está en que la participación laboral en realidad está en aumento. En pocas palabras, hay más desempleados, pero también más personas que estaban inactivas y ahora buscan trabajo. Esto le da a la Reserva Federal una pequeña esperanza: que el mercado laboral aún no está completamente deteriorado.

**La lógica actual del mercado es así de simple**: economía en declive → la Reserva Federal se ve obligada a bajar las tasas → los precios de los activos suben. La economía de EE. UU. está caminando en la cuerda floja de un aterrizaje duro, y Wall Street apuesta a que la Fed, para evitar un desplome, inyectará liquidez sin restricciones.