Una afirmación viral ha estado circulando: desbloquea la legendaria reserva de Bitcoin de Satoshi Nakamoto—valorada en aproximadamente $112 mil millones—con solo 24 palabras dispuestas en el orden correcto. ¿Suena aterrador? Debería… si fuera cierto. Pero no lo es.
La realidad técnica: BIP-39 ni siquiera existía en aquel entonces
Aquí está lo que la mayoría de la gente pasa por alto: las primeras carteras de Bitcoin precedieron en más de una década al estándar de frase semilla de 24 palabras. El estándar BIP-39, que permitía codificar una semilla maestra en 12 o 24 palabras memorables, solo llegó en 2013. Satoshi minó y mantuvo Bitcoin mucho antes de que ese sistema existiera. ¿Esas direcciones antiguas? Usaban un mecanismo completamente diferente—sin frase de respaldo de 12 o 24 palabras. Fin de la historia para esa narrativa.
La idea equivocada: No hay una sola cartera de Satoshi para romper
Aquí hay otro malentendido crítico que alimenta el miedo: la gente imagina que la enorme fortuna de Satoshi está en una sola cartera de Bitcoin, esperando ser adivinada. Eso no funciona así.
Las participaciones de Bitcoin de Satoshi están dispersas en numerosas direcciones pay-to-public-key (P2PK). No están consolidadas. No están protegidas por una sola frase semilla que hackers o investigadores curiosos puedan intentar descifrar por fuerza bruta. Cada dirección es su propio rompecabezas independiente, y juntas forman lo que vemos como el legado de Bitcoin de Satoshi.
Por qué esto importa
El jefe de investigación de Galaxy Digital, Alex Thorn, no se anduvo con rodeos al abordar esta afirmación viral: es “noticia falsa” y “basura tonta”. Tiene razón. La afirmación confunde tecnología de cartera obsoleta, malinterpreta cómo se almacenan realmente las monedas de Satoshi y difunde paranoia infundada.
¿La conclusión? Deja de preocuparte por que alguien rompa la Bitcoin de Satoshi con una lista de palabras mágicas. En su lugar, enfócate en entender realmente cómo funciona la seguridad en las criptomonedas—y te darás cuenta de que la historia nunca tuvo sentido desde el principio.
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Por qué ese hack de 24 palabras de Bitcoin sobre la fortuna de Satoshi es completamente incorrecto
Una afirmación viral ha estado circulando: desbloquea la legendaria reserva de Bitcoin de Satoshi Nakamoto—valorada en aproximadamente $112 mil millones—con solo 24 palabras dispuestas en el orden correcto. ¿Suena aterrador? Debería… si fuera cierto. Pero no lo es.
La realidad técnica: BIP-39 ni siquiera existía en aquel entonces
Aquí está lo que la mayoría de la gente pasa por alto: las primeras carteras de Bitcoin precedieron en más de una década al estándar de frase semilla de 24 palabras. El estándar BIP-39, que permitía codificar una semilla maestra en 12 o 24 palabras memorables, solo llegó en 2013. Satoshi minó y mantuvo Bitcoin mucho antes de que ese sistema existiera. ¿Esas direcciones antiguas? Usaban un mecanismo completamente diferente—sin frase de respaldo de 12 o 24 palabras. Fin de la historia para esa narrativa.
La idea equivocada: No hay una sola cartera de Satoshi para romper
Aquí hay otro malentendido crítico que alimenta el miedo: la gente imagina que la enorme fortuna de Satoshi está en una sola cartera de Bitcoin, esperando ser adivinada. Eso no funciona así.
Las participaciones de Bitcoin de Satoshi están dispersas en numerosas direcciones pay-to-public-key (P2PK). No están consolidadas. No están protegidas por una sola frase semilla que hackers o investigadores curiosos puedan intentar descifrar por fuerza bruta. Cada dirección es su propio rompecabezas independiente, y juntas forman lo que vemos como el legado de Bitcoin de Satoshi.
Por qué esto importa
El jefe de investigación de Galaxy Digital, Alex Thorn, no se anduvo con rodeos al abordar esta afirmación viral: es “noticia falsa” y “basura tonta”. Tiene razón. La afirmación confunde tecnología de cartera obsoleta, malinterpreta cómo se almacenan realmente las monedas de Satoshi y difunde paranoia infundada.
¿La conclusión? Deja de preocuparte por que alguien rompa la Bitcoin de Satoshi con una lista de palabras mágicas. En su lugar, enfócate en entender realmente cómo funciona la seguridad en las criptomonedas—y te darás cuenta de que la historia nunca tuvo sentido desde el principio.