Desde la aprobación del ETF, el mercado ha cambiado silenciosamente las reglas del juego. La antigua teoría de ciclos de cuatro años ya no es popular, y lo que realmente influye en las tendencias son las acciones de la Reserva Federal, los datos macroeconómicos e incluso los riesgos geopolíticos, y no el consenso de los inversores de la vieja guardia del mundo cripto.
Esta es la realidad: nada es eterno e inmutable, lo único seguro es el cambio constante. Con la entrada masiva de fondos tradicionales, Bitcoin se está convirtiendo gradualmente en un producto financiero estándar, y el mundo cripto finalmente seguirá el camino de la bolsa de valores. El poder de fijación de precios está en manos de Wall Street, y las reglas vuelven a ese sistema que les resulta familiar.
Pensándolo bien, tiene sentido: las finanzas tradicionales han acumulado un consenso de mercado y modelos de valoración durante más de un siglo, muy por encima de las experiencias de unos pocos ciclos en el mundo cripto. La antigua magia del mercado se ha desvanecido, y solo ahora comienza un nuevo juego.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Desde la aprobación del ETF, el mercado ha cambiado silenciosamente las reglas del juego. La antigua teoría de ciclos de cuatro años ya no es popular, y lo que realmente influye en las tendencias son las acciones de la Reserva Federal, los datos macroeconómicos e incluso los riesgos geopolíticos, y no el consenso de los inversores de la vieja guardia del mundo cripto.
Esta es la realidad: nada es eterno e inmutable, lo único seguro es el cambio constante. Con la entrada masiva de fondos tradicionales, Bitcoin se está convirtiendo gradualmente en un producto financiero estándar, y el mundo cripto finalmente seguirá el camino de la bolsa de valores. El poder de fijación de precios está en manos de Wall Street, y las reglas vuelven a ese sistema que les resulta familiar.
Pensándolo bien, tiene sentido: las finanzas tradicionales han acumulado un consenso de mercado y modelos de valoración durante más de un siglo, muy por encima de las experiencias de unos pocos ciclos en el mundo cripto. La antigua magia del mercado se ha desvanecido, y solo ahora comienza un nuevo juego.