El fundador del fondo cuantitativo Capriole, Charles Edwards, ha planteado recientemente una perspectiva que invita a la reflexión: si para 2028 el Bitcoin no cuenta con resistencia cuántica, su precio podría caer por debajo de 50,000 dólares.

¿Suena un poco exagerado? En realidad, la lógica detrás de esto es la siguiente. La computación cuántica, en teoría, puede romper los algoritmos de cifrado existentes, exponiendo directamente las claves privadas de los usuarios. Esto representa una amenaza potencial para toda la industria de la cadena de bloques y ha sido un foco de atención a largo plazo en el sector. La evaluación de Edwards es que esta ventana de riesgo podría abrirse en 2028; si el ecosistema no responde lo suficientemente rápido, la confianza del mercado podría verse afectada.

Sin embargo, también hay voces que ponen en duda esta postura. Los opositores argumentan que la computación cuántica aún requiere varias décadas para ser realmente viable, y que la amenaza ha sido exagerada. Además, en un escenario más conservador, la criptografía de los sistemas tradicionales como los bancos y las finanzas no será menos robusta que la de Bitcoin, por lo que ellos serían los primeros en verse afectados. Este razonamiento también tiene su peso.

Lo clave sigue siendo qué tan rápido actúa la industria. La investigación en algoritmos cuánticos resistentes ya está en marcha, pero desde la teoría hasta la implementación y la actualización de toda la red, este proceso lleva tiempo. 2028 es un punto de referencia, pero también podría ser solo una advertencia.