La personalidad determina la rentabilidad

Recientemente, he visto algunos comentarios de amigos que me han dejado una profunda impresión.

Un amigo nacional dijo: La rentabilidad de invertir en fondos de acciones estadounidenses se verá afectada por el tipo de cambio del dólar. Si en el futuro el tipo de cambio del dólar frente al renminbi cae a 1:3, 1:2, o incluso 1:1, mi rentabilidad anual de inversión no será de alrededor del 10%, sino que bajará al 8%, o incluso por debajo del 7%.

Y la realidad es que, en las últimas décadas, la fluctuación del tipo de cambio del dólar ha estado entre 6.1 y 8.0; la diferencia entre el punto más alto y el más bajo es de aproximadamente un 30%. Si el tipo de cambio del dólar cae de 7 en 2025 a 3, sería una fluctuación de más del 50%. ¿Ocurrirá esto? Es posible, pero muy poco probable.

Le pregunté: ¿Por qué no esperas algo mejor? Si el tipo de cambio del dólar sube a 10 o 20, entonces tu rentabilidad anual no será del 10%, sino del 15% o incluso del 20%.

Otra amiga preguntó: Si hoy justo acabo de invertir una cantidad de dinero y mañana ocurre una crisis bursátil del nivel de la Gran Depresión de 1929, ¿no sería terrible?

También le pregunté: Si después de invertir hoy, el mercado continúa en alza, como en los últimos tres años con un aumento del más del 80% en las acciones estadounidenses, ¿no habrás ganado muchísimo?

Y la realidad es que: en los últimos 90 años, la mayor caída del índice principal de las acciones estadounidenses fue del 57%. Incluso si tu inversión se enfrentara a una caída del 50% en el mercado, ¿no estarías comprando en los mínimos recientes con el dinero que inviertes después de la caída?

Más importante aún, la mayor parte del dinero de inversión de las personas proviene de sus ahorros habituales. Si compras una vez al mes, o cada dos semanas, el número de veces que invertimos en toda nuestra vida suele ser de cientos o incluso miles. Por lo tanto, los factores como la prima de compra, el precio de las acciones, el ratio P/E, el tipo de cambio, etc., en cada compra, tienen un impacto casi nulo en nuestro nivel final de riqueza.

Además, estas cosas están fuera de nuestro control. Preocuparse por cosas que no podemos controlar no solo es inútil, sino también muy poco inteligente.

Hay muchos otros problemas similares, pero no los enumeraré todos aquí.

La característica común de estos amigos es: además de no analizar los datos históricos, su carácter es demasiado pesimista, siempre imaginando lo peor, y luego sufriendo ansiedad, indecisos y vacilantes.

Es evidente que cualquier inversión conlleva riesgos. Si evitamos invertir por el riesgo en las acciones estadounidenses, debemos enfrentarnos al riesgo de depreciación de la moneda y la reducción del patrimonio, y esta depreciación es algo que ocurrirá con certeza. En otras palabras, no invertir también conlleva un gran riesgo.

Soy una persona muy optimista, creo firmemente en un futuro brillante para las acciones estadounidenses y estoy dispuesto a asumir el riesgo del mercado, por eso me atrevo a mantener una posición completa en fondos indexados de acciones estadounidenses y en fondos de tecnología en gran peso. Este también es uno de los factores más importantes para mi éxito en la inversión.

Los inversores y emprendedores más exitosos de la historia son optimistas. Esto es un hecho indiscutible.

Además, las inversiones más seguras y estables suelen tener los menores rendimientos. Esta es la regla básica del mercado de capitales.

Por eso, suelo decir: las personas pesimistas son casi incapaces de tener éxito en la inversión.

La personalidad determina la rentabilidad, y la razón está aquí.