La lógica de la cadena de bloques es sólida, pero el problema radica en que no tiene conocimiento del mundo externo. Esa es la principal problemática que APRO quiere resolver.

Los oráculos convencionales simplemente transfieren datos externos, pero la idea de APRO es completamente diferente: trata los datos en sí mismos como infraestructura, de la misma manera que el mecanismo de consenso es importante para la cadena de bloques. En otras palabras, no se trata solo de una transferencia de precios, sino de garantizar que cada información que entra en la cadena pase por un proceso de limpieza, verificación y comprobación de disponibilidad.

De esta manera, los contratos inteligentes, los agentes de IA, la tokenización de activos reales, los juegos en cadena e incluso las instituciones tradicionales podrán confiar realmente en lo que sucede fuera de la cadena.

El diseño arquitectónico de APRO es intencionadamente un modelo híbrido: las tareas pesadas de cálculo y procesamiento de datos se realizan fuera de la cadena.