Imagínate: un programador compra dos pizzas por lo que hoy vale aproximadamente 1.000 millones de dólares. ¿Suena loco? Eso fue exactamente lo que ocurrió el 22 de mayo de 2010, un evento que la comunidad de criptomonedas sigue fascinando y celebrando anualmente.
Cómo empezó todo: una publicación en un foro que hizo historia
En mayo de 2010, Bitcoin todavía estaba en pañales. La mayoría de las personas no sabían para qué servía realmente la moneda digital. Un programador de entonces llamado Laszlo Hanyecz tuvo una idea poco convencional: quería experimentar y gastar Bitcoin en algo muy cotidiano: pizza.
El 18 de mayo, Hanyecz publicó un mensaje en un foro de Bitcoin con una petición inusual: ofrecía 10.000 Bitcoin a quien le consiguiera dos pizzas grandes. La solicitud era muy específica: que llevaran peperoni, cebolla y pimiento, pero sin piña. La reacción fue escasa. Muchas personas consideraban que Bitcoin no servía para nada, y prácticamente nadie en EE. UU. estaba dispuesto a participar en el experimento.
Pero cuatro días después, todo cambió. Un joven de 19 años de California llamado Jeremy Stedeford aceptó el reto. Con su tarjeta de crédito, pidió dos pizzas y esperó a recibir los 10.000 Bitcoin. Lo que parecía un simple intercambio, fue celebrado más tarde como la primera transacción económica real con Bitcoin, un hito que pocos en aquel momento reconocieron.
De 30 dólares a mil millones: la increíble valorización
En el momento de la transacción, el valor de 10.000 Bitcoin era aproximadamente 30 dólares. Un negocio justo, podría pensarse. Pero la historia de esa pizza es una historia de crecimiento exponencial en valor:
2013: Bitcoin supera la marca de 1.000 dólares, la pizza ahora vale 10 millones de dólares
2021: Bitcoin alcanza su máximo histórico de aproximadamente 60.000 dólares, el valor de la pizza sube a 600 millones de dólares
2024: Bitcoin se acerca a los 100.000 dólares, la pizza más cara del mundo hoy vale aproximadamente 1.000 millones de dólares
La comunidad conmemoró este episodio con la introducción del “Bitcoin Pizza Day” el 22 de mayo, un día de recuerdo anual que rememora esta legendaria transacción.
La sorprendente actitud de los protagonistas
Lo que muchos no esperaban: ambos participantes no se arrepienten de su decisión. En entrevistas, Laszlo Hanyecz reveló que en aquel entonces consideraba Bitcoin como una especie de moneda para videojuegos, simplemente genial para poder comprar algo con ella. Su actitud era pragmática: esas Bitcoin habían sido creadas gratis mediante minería con su tarjeta gráfica. “Fue un buen negocio intercambiarlas por pizza”, dijo después.
Aún más sorprendente: tras esa famosa transacción, Hanyecz no se detuvo. Compró con Bitcoin muchas más pizzas y otras cosas. Hoy, ha gastado en total unos 100.000 Bitcoin (valor actual: aproximadamente 10 mil millones de dólares) de esta manera, sin arrepentirse. Su vida sencilla como programador permaneció igual, sin buscar atención.
De manera similar, Jeremy Stedeford reflexiona: los 10.000 Bitcoin que recibió los gastó rápidamente en viajes y gastos de vida. En sus palabras: “Al final, gané unos 400 dólares con ello, fue un buen negocio.” Aunque en su wallet hoy apenas quedan Bitcoin, no se arrepiente. Para él, fue importante haber sido uno de los primeros en adoptar Bitcoin y haber vivido esa historia.
Lo que esta leyenda realmente nos enseña
La historia de Laszlo y Jeremy no es solo una historia de millones perdidos. Es una historia de confianza en el futuro y de cómo afrontar la incertidumbre.
Ambos vivieron en el momento. Reconocieron el potencial valor de Bitcoin, pero también sabían que nadie puede predecir el futuro con certeza. Su optimismo y su falta de arrepentimiento muestran una sabiduría que muchos inversores no tienen: estar satisfechos con las decisiones que toman, basándose en la información de aquella época.
Cada año, cuando la comunidad celebra el Bitcoin Pizza Day, no solo se trata de la “pizza más cara del mundo” o de lamentar ganancias perdidas. Se trata de honrar un momento en el que dos personas confiaron en lo nuevo, cuando aún era completamente incierto. Es un espíritu de exploración que atraviesa toda la cultura de las criptomonedas, y precisamente esa mentalidad experimental y orientada al futuro es el verdadero valor de esta historia.
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Cuando Bitcoin valía mil millones de dólares: la verdadera historia detrás de la pizza más cara del mundo
Imagínate: un programador compra dos pizzas por lo que hoy vale aproximadamente 1.000 millones de dólares. ¿Suena loco? Eso fue exactamente lo que ocurrió el 22 de mayo de 2010, un evento que la comunidad de criptomonedas sigue fascinando y celebrando anualmente.
Cómo empezó todo: una publicación en un foro que hizo historia
En mayo de 2010, Bitcoin todavía estaba en pañales. La mayoría de las personas no sabían para qué servía realmente la moneda digital. Un programador de entonces llamado Laszlo Hanyecz tuvo una idea poco convencional: quería experimentar y gastar Bitcoin en algo muy cotidiano: pizza.
El 18 de mayo, Hanyecz publicó un mensaje en un foro de Bitcoin con una petición inusual: ofrecía 10.000 Bitcoin a quien le consiguiera dos pizzas grandes. La solicitud era muy específica: que llevaran peperoni, cebolla y pimiento, pero sin piña. La reacción fue escasa. Muchas personas consideraban que Bitcoin no servía para nada, y prácticamente nadie en EE. UU. estaba dispuesto a participar en el experimento.
Pero cuatro días después, todo cambió. Un joven de 19 años de California llamado Jeremy Stedeford aceptó el reto. Con su tarjeta de crédito, pidió dos pizzas y esperó a recibir los 10.000 Bitcoin. Lo que parecía un simple intercambio, fue celebrado más tarde como la primera transacción económica real con Bitcoin, un hito que pocos en aquel momento reconocieron.
De 30 dólares a mil millones: la increíble valorización
En el momento de la transacción, el valor de 10.000 Bitcoin era aproximadamente 30 dólares. Un negocio justo, podría pensarse. Pero la historia de esa pizza es una historia de crecimiento exponencial en valor:
La comunidad conmemoró este episodio con la introducción del “Bitcoin Pizza Day” el 22 de mayo, un día de recuerdo anual que rememora esta legendaria transacción.
La sorprendente actitud de los protagonistas
Lo que muchos no esperaban: ambos participantes no se arrepienten de su decisión. En entrevistas, Laszlo Hanyecz reveló que en aquel entonces consideraba Bitcoin como una especie de moneda para videojuegos, simplemente genial para poder comprar algo con ella. Su actitud era pragmática: esas Bitcoin habían sido creadas gratis mediante minería con su tarjeta gráfica. “Fue un buen negocio intercambiarlas por pizza”, dijo después.
Aún más sorprendente: tras esa famosa transacción, Hanyecz no se detuvo. Compró con Bitcoin muchas más pizzas y otras cosas. Hoy, ha gastado en total unos 100.000 Bitcoin (valor actual: aproximadamente 10 mil millones de dólares) de esta manera, sin arrepentirse. Su vida sencilla como programador permaneció igual, sin buscar atención.
De manera similar, Jeremy Stedeford reflexiona: los 10.000 Bitcoin que recibió los gastó rápidamente en viajes y gastos de vida. En sus palabras: “Al final, gané unos 400 dólares con ello, fue un buen negocio.” Aunque en su wallet hoy apenas quedan Bitcoin, no se arrepiente. Para él, fue importante haber sido uno de los primeros en adoptar Bitcoin y haber vivido esa historia.
Lo que esta leyenda realmente nos enseña
La historia de Laszlo y Jeremy no es solo una historia de millones perdidos. Es una historia de confianza en el futuro y de cómo afrontar la incertidumbre.
Ambos vivieron en el momento. Reconocieron el potencial valor de Bitcoin, pero también sabían que nadie puede predecir el futuro con certeza. Su optimismo y su falta de arrepentimiento muestran una sabiduría que muchos inversores no tienen: estar satisfechos con las decisiones que toman, basándose en la información de aquella época.
Cada año, cuando la comunidad celebra el Bitcoin Pizza Day, no solo se trata de la “pizza más cara del mundo” o de lamentar ganancias perdidas. Se trata de honrar un momento en el que dos personas confiaron en lo nuevo, cuando aún era completamente incierto. Es un espíritu de exploración que atraviesa toda la cultura de las criptomonedas, y precisamente esa mentalidad experimental y orientada al futuro es el verdadero valor de esta historia.