Comprender el ciclo de Bitcoin para el futuro: un análisis profundo de las leyes de movimiento del mercado de criptomonedas

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Ciclos y rupturas: entender el movimiento cíclico de Bitcoin

Desde su aparición en 2009, Bitcoin ha experimentado múltiples ciclos de ascenso y caída significativos, cada uno delineando la trayectoria evolutiva de este activo digital. Hoy en día, Bitcoin con una capitalización de mercado superior a 1.7 billones de dólares lidera los activos criptográficos, y su volatilidad ya no solo afecta a los inversores minoristas, sino que también se ha convertido en un referente clave para las decisiones de inversión institucional. Comprender la lógica de estos crypto cycles es fundamental para captar el ritmo del mercado.

El ascenso cíclico de Bitcoin suele originarse por varios factores clave: eventos de halving que reducen la oferta, entrada de fondos institucionales, cambios en la regulación y variaciones en la economía macroeconómica. Cuando estos factores se combinan, suelen generar una fuerte fuerza alcista. Actualmente, Bitcoin en torno a los $88.95K, con un aumento de más del 120% respecto a principios de año, refleja precisamente esta fuerza cíclica.

2013: La primera ruptura del círculo de activos digitales

Hace diez años, en ese invierno, Bitcoin experimentó su primer crecimiento explosivo. Desde los $145 en mayo hasta cerca de $1,200 en diciembre, con una ganancia acumulada del 730%. La motivación de esta tendencia fue bastante pura: aumento de la atención mediática, entrada de primeros adoptantes y mejora progresiva de la infraestructura.

El evento de crisis bancaria en Chipre dio a Bitcoin un significado real: la gente empezó a entender que, ante problemas en el sistema financiero tradicional, una herramienta de almacenamiento de valor descentralizada podía ofrecer algo. Sin embargo, en 2014, la quiebra catastrófica de Mt. Gox (que manejaba el 70% de las transacciones globales de Bitcoin en ese momento) enfrió a los primeros participantes, con una caída superior al 75%, sirviendo también como advertencia de riesgo para los futuros inversores.

Este ciclo confirmó una regla importante: Bitcoin tiene resiliencia para recuperarse de golpes severos, aunque a costa de volatilidad extrema.

2017: Fiebre minorista y despertar regulatorio

Para 2017, Bitcoin dejó de ser un juguete para geeks. Desde los $1,000 a principios de año, alcanzó los $20,000 en diciembre, con un aumento del 1,900%. La motivación principal fue la fiebre de las ICOs, con volumen diario de operaciones que pasó de 200 millones de dólares en enero a 1.5 billones de dólares.

Los inversores minoristas entraron en masa, todos hablando de Bitcoin. Pero esto fue seguido por una mayor vigilancia regulatoria. China prohibió las ICOs y las plataformas nacionales, y la SEC de EE. UU. expresó preocupaciones regulatorias, provocando una rápida reversión del mercado. Para finales de 2018, Bitcoin había caído un 84% desde su pico.

Este ciclo enseñó que, incluso con fundamentos sólidos, los riesgos regulatorios pueden cambiar la narrativa en un instante.

2020-2021: El punto de inflexión en reconocimiento institucional

La estímulación económica por la pandemia y un entorno de bajas tasas de interés llevaron a Bitcoin desde los $8,000 hasta los $64,000 (un aumento del 700%). Pero esta vez, la palabra clave fue “institucional”.

MicroStrategy, Tesla, Square y otras empresas cotizadas comenzaron a comprar BTC. La narrativa pasó de ser un “activo especulativo” a un “instrumento de cobertura contra la inflación” y un “oro digital”. Se aprobaron futuros de Bitcoin y ETFs spot fuera de EE. UU., facilitando vías regulatorias para grandes fondos. Para 2021, la entrada de fondos institucionales en Bitcoin superó los 10,000 millones de dólares.

Pero este ciclo también evidenció problemas de concentración de riesgo. La presión regulatoria, controversias ESG (sobre el consumo energético de la minería) y una sobrecalentada mercado provocaron una corrección en julio, llevando el precio a $30,000.

2024-2025: Nuevos patrones impulsados por ETFs

La historia actual es diferente. En enero de 2024, la SEC de EE. UU. aprobó un ETF de Bitcoin spot, abriendo la puerta a instituciones tradicionales. El ETF IBIT de BlackRock posee aproximadamente 467,000 BTC, y todo el sistema de ETFs spot ha acumulado más de $28,000 millones en fondos netos.

Bitcoin, que empezó el año en torno a los $40,000, alcanzó los $88.95K y tocó un máximo de $93,000. Lo distintivo de esta subida es que los flujos de fondos desde los ETFs son relativamente estables, y el evento de halving de abril (reducción de recompensas de mineros de 6.25 a 3.125 BTC) ha aumentado la presión sobre la oferta.

Otros factores incluyen la política. Algunos países con políticas amigables hacia las criptomonedas, y la incorporación de Bitcoin en las reservas nacionales de Bután (a través de su empresa estatal) y El Salvador, envían una señal clara: Bitcoin está evolucionando desde un activo de clase alta hacia un “activo cuasi soberano”.

Señales para identificar ciclos: buscar dirección en los datos

Para prever la próxima subida, hay que monitorear ciertos indicadores:

Indicadores en cadena:

  • Disminución en la entrada de Bitcoin en exchanges (indica que los inversores prefieren mantener)
  • Aumento en la entrada de stablecoins en exchanges (dinero preparado para comprar)
  • Crecimiento en el número de direcciones con Bitcoin (acumulación minorista en marcha)

Actualmente, hay 55.1 millones de direcciones de Bitcoin, en constante crecimiento.

Señales técnicas: El RSI que cruza por encima de 70 suele indicar fuerza, y el cruce de la media móvil de 200 días por encima de la de 50 días es una confirmación clásica de tendencia. En 2024, estos signos ya se han presentado.

Factores macroeconómicos: Política de tasas, datos de inflación, riesgos geopolíticos y actitudes gubernamentales influyen en la dirección de los fondos institucionales.

Nuevas características de los próximos ciclos

A diferencia del pasado, los futuros ciclos de Bitcoin podrían presentar estas características:

Mayor participación institucional Los ETFs spot se han convertido en la vía principal para la entrada de fondos, suavizando parte de la volatilidad extrema, aunque también podrían extender la duración de los ciclos.

Impacto continuo del halving El próximo halving será en 2028, y la escasez de oferta seguirá siendo un soporte a largo plazo. Aproximadamente el 95% de la oferta máxima ya está en circulación, y la presión de oferta se hace más evidente.

Mayor certeza regulatoria Pasar de una postura restrictiva a un marco regulatorio claro facilitará la participación institucional. Si varios países principales alcanzan un consenso, la amplitud de los crypto cycles podría redefinirse: aún con potencial, pero con ciclos más largos.

Impulso por avances tecnológicos La posible activación de OP_CAT abrirá nuevas posibilidades para Bitcoin, como la expansión Layer-2 y aplicaciones DeFi, ampliando su escenario de uso y fortaleciendo su valor.

Cómo posicionarse en los ciclos

Para los inversores, entender en qué fase del ciclo están es clave:

  1. Inicio del ciclo: señales en datos comienzan a mejorar, pero el sentimiento aún es pesimista; en esta fase, el riesgo es más controlado.

  2. Mitad del ciclo: el FOMO se extiende, tanto instituciones como minoristas entran en masa; es la fase de mayor riesgo — fácil de quedar atrapado en el pico.

  3. Final del ciclo: los precios alcanzan nuevos máximos, pero la velocidad de crecimiento se desacelera; riesgos y oportunidades coexisten.

¿Cómo saber en qué posición estamos? Bitcoin aún tiene un 30% de espacio para alcanzar su máximo histórico de $126K, con flujos netos institucionales continuos, y el estímulo del halving aún vigente, aunque hay signos de sobrecalentamiento emocional. En esta posición, generalmente estamos en la fase media o final del ciclo — con oportunidades, pero también precaución.

Cómo evitar las trampas en los ciclos

La volatilidad de Bitcoin es su característica y también su riesgo. En cualquier ciclo:

  • Evitar apostar todo: incluso en tendencia alcista, mantener margen para gestionar riesgos.
  • Monitorear el apalancamiento: el uso excesivo amplifica el impacto de las caídas.
  • Vigilar la liquidez: aunque los fondos institucionales son grandes, pueden cambiar rápidamente.
  • Estar atento a eventos regulatorios imprevistos: una prohibición puede cambiar el ciclo en un instante.

Perspectivas para el próximo ciclo

La ciclicidad de Bitcoin ya está bien reconocida por el mercado. Los futuros ciclos alcistas probablemente serán impulsados por:

  • La restricción de oferta en los halving
  • Cambios en el entorno macro de liquidez (entrada en ciclo de bajada de tasas)
  • Nuevos anuncios regulatorios favorables (más países reconociendo Bitcoin)
  • Avances tecnológicos (como la activación de OP_CAT)

Cualquier combinación de estos factores puede desencadenar la próxima ola alcista, y anticiparse suele implicar mejores costos. Pero también hay que recordar: la historia no se repite exactamente, cada ciclo tiene sus propias fuerzas motrices y riesgos.

Mantenerse informado, seguir una disciplina de inversión y revisar periódicamente las posiciones son las reglas clave para atravesar los crypto cycles.

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